El abuso del alcohol los fines de semana puede afectar al ADN de los jóvenes, según un estudio

  • El grupo de jóvenes que beben alcohol habitualmente presentaba dos veces más daño oxidativo que los que no lo hacen.
  • Este grupo presentaba también células dañadas en una proporción 5,3 veces superior a la de jóvenes que no consumen bebidas alcohólicas.
  • Cada año mueren, según la OMS, 320.000 jóvenes en todo el mundo por consumo de alcohol

Abusar del alcohol los fines de semana puede afectar al ADN en el caso de los más jóvenes, según un estudio preliminar dirigido por una investigadora de la UPV/EHU en colaboración con la Universidad Autónoma de Nayarit, en México.

El estudio, que se puso en marcha en México con la colaboración de estudiantes universitarios, se puede considerar pionero ya que es el primero que ha estudiado el efecto del alcohol en personas jóvenes y sanas. Así, analizaron su efecto en los lípidos que forman la membrana de las células y en el material genético de estas, es decir, en el ADN.

Para ello, los estudiantes se dividieron en dos grupos: el grupo de control lo formaban los jóvenes que no bebían alcohol y el grupo de estudio los que bebían los fines de semana.

La edad de los jóvenes oscilaba entre los 18 y los 23 años, y el consumo medio de alcohol era de 118 g, litro y medio de cerveza, por ejemplo.

Hasta ahora nunca se había documentado daño sobre el empaquetamiento del material nuclear en estadios tempranos de alcoholismo, quizá porque la mayoría de los estudios se realizan en etapas tardías, con personas que llevan consumiendo alcohol de forma adictiva durante muchos años.

Se midió la actividad de la enzima alcohol deshidrogenasa, responsable del metablismo del etanol a acetaldehído, acetoacetato y acetona. El daño oxidativo se evalúa por un ensayo bioquímico TBAR's (especies que reaccionan al ácido barbitúrico), y refleja la lipoperoxidación que sufre la membrana por efecto tanto del etanol en la sangre como del acetaldehído producto de la acción de la enzima sobre el etanol.

Células dañadas

"Observamos que los que bebían tenían dos veces más daño oxidativo que el grupo que no consumía alcohol", explica la investigadora, quien recuerda que, tras observar este resultado, decidieron continuar con una prueba para evaluar si el ADN también se veía afectado: el ensayo cometa. Así, extrajeron el núcleo de las células linfociticas de la sangre y lo sometieron a electroforesis.

"Lo interesante es que si la cromatina no está bien compactada, si hay daño en el ADN, en la electroforesis deja un halo", lo que denominan 'cola de cometa'. Y, en efecto, la cromatina del grupo expuesto dejaba un pequeño halo, mayor que la del grupo de control.

Para ser exactos, los resultados mostraron un daño en el 8% de las células en el grupo de control y en el 44% en el grupo expuesto. Por tanto, el grupo expuesto tenía 5,3 veces más células dañadas.

Para poder afirmar la existencia de un daño relevante en el ADN la longitud de la cola de cometa debe ser mayor que 20 nm, y no era el caso. "Afortunadamente" comenta la investigadora, "pero es que no debería de haber daño alguno, porque llevan muy poco tiempo consumiendo alcohol, no han estado expuestos de forma crónica".

La Organización Mundial de la Salud estima que el alcohol causa 2,5 millones de muertes al año en todo el mundo, de ellos 320.000 son jóvenes de entre 19 y 25 años.

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