Gobierno regional y comité de Sniace vinculan el futuro de la empresa al plan de viabilidad que presente

Diego insiste en que "en absoluto" el porvenir de la compañía depende de la reforma energética
Reunión Ignacio Diego y el comité de Sniace
Reunión Ignacio Diego y el comité de Sniace
EUROPA PRESS
Reunión Ignacio Diego y el comité de Sniace

El comité de empresa y el Gobierno de Cantabria han vinculado el futuro de Sniace al plan de viabilidad que su Dirección deberá presentar a los administradores concursales el 10 de enero, en el que la reforma energética será, según el presidente regional, Ignacio Diego, una "variable" de la que, sin embargo, "en absoluto" va a depender el porvenir de la compañía.

El presidente regional ya lo había advertido en declaraciones a los medios de comunicación minutos antes de reunirse con el comité de Sniace y ha vuelto a insistir en ello en declaraciones a los periodistas tras el encuentro, en las que ha explicado que en ese plan será analizado por los administradores que —ha dicho— se han marcado el 6 de marzo como la fecha en la que presentarán al juez su informe sobre la viabilidad o no a la vista de lo presentado por la empresa.

Diego ha explicado que, a la vista de lo que le explicaron los administradores en la reunión celebrada, en ese plan "no valen literaturas", sino "propuestas concretas" y "cuantificadas" por parte de la empresa.

Y ha detallado que en ese plan hay varias "variables" que la empresa debe tener en cuenta, desde los empleos hasta el precio de la celulosa y de la energía.

Reforma energética

Sobre esto último, ha insistido en que la reforma energética ya fija unos parámetros que permiten a Sniace establecer un margen sobre el que realizar sus previsiones.

Antes de la reunión, Diego ya había asegurado que el futuro de Sniace "en absoluto" depende de la reforma energética ni de otras del Gobierno de España, sino "exclusivamente" de la propia empresa.

"Así de claro", había dicho Diego a preguntas de los periodistas antes del encuentro en unas declaraciones en las que afirmó que desde hace al menos dos años y medio la empresa está "jugando siempre a lo mismo", es decir, a "echar balones fuera y ponerle la culpa siempre a alguien", si bien añadió que las "dudas" sobre quién es responsable de la situación de la compañía se "acaban" cuando se conocen las deudas que tiene.

Una "carrera de obstáculos"

Por su parte, el secretario del comité de empresa, Antonio Pérez Portilla, ha señalado tras la reunión que "los administradores todo lo hacen dinero" y ha explicado que de lo que se trata es que cuando examinen el plan de viabilidad económica de la empresa "al final" los "números" les den "positivo", que lo aprueben y que, posteriormente, los acreedores acepten la quita que se les propone.

Respecto a este asunto, ha apuntado que, en estos momentos, se está hablando de una quita que podría rondar el 50 por ciento de lo que se les debe a los acreedores.

Pérez Portilla ha comparado todo este proceso con una "carrera de obstáculos", en el que primero hay que pasar uno para llegar a otro y así hasta el final.

"Igual pasamos cuatro obstáculos y caemos en el quinto o ni siquiera llegamos a pasar el primero", ha dicho el secretario del comité de empresa, quien, a preguntas de los medios, ha opinado que los dos primeros obstáculos que se deben de aclarar es, por una parte, si se abrirán las dos plantas —celulosa y Viscocel— o sólo una de ellas y, por otra, si empresa y comité consiguen llegar a un acuerdo laboral que tenga cabida dentro del plan económico.

Respecto a esto último, Pérez Portilla ha señalado que el comité tiene "voluntad" de poder llegar a un acuerdo, aunque lo ha vinculado a la "seriedad" que tenga la empresa.

Ha advertido que si la empresa está dispuesta a "retrotraerse" a la situación antes de los despidos y a hablar de las prejubilaciones va a encontrar la "voluntad" del comité, no así si lo que pretende es "marear" y "tomarles el pelo" a los trabajadores.

Sin embargo, Pérez Portilla ha insistido en que ahora la empresa está en concurso de acreedores y, por tanto, ya no son negociaciones entre Dirección y comité, sino que todo lo que pacten ambas partes debe ser aprobado por los administradores y luego por los acreedores.

El secretario del comité de empresa ha advertido de que actualmente "pintan bastos" para la empresa, que está "más cerca de la liquidación que de la continuidad", aunque ha reconocido que "hay que esperar" a ver lo que ocurre y ha pronosticado que la decisión sobre el futuro de Sniace podría llegar en junio o, "en el mejor de los casos" y "yendo muy bien las cosas", en marzo.

COLABORACIÓN

En el encuentro, el comité ha pedido al Ejecutivo regional "colaboración" si empresa y representantes de los trabajadores retoman la negociación y se consigue retrotraer la situación a antes de los despidos y se vuelve a hablar de las prejubilaciones y de las inmisiones de disulfuro de carbono de Viscocel.

"No se puede prejubilar a alguien que está despedido", ha dicho Diego haciendo referencia a la decisión que tomó la empresa de llevar a cabo los despidos al asegurar la compañía que no tenía recursos para hacer frente a la parte que le correspondía afrontar de las prejubilaciones, lo que llevó a que comité y empresa rompiesen las negociaciones.

Cuestionado por la posibilidad de que esas dos partes volviesen a las negociaciones y se reconsiderasen esos despidos, Diego ha aclarado que el tema de las prejubilaciones está regulado en un decreto y, por tanto, lo que se acuerde debe estar dentro de ese marco legal.

Sin embargo, el presidente regional ha aclarado que, dentro de este marco, el Gobierno "intentará" que una empresa que, como Sniace, está radicada en Torrelavega tenga "la mayor viabilidad futura posible".

En lo relativo a las inmisiones de Viscocel, Diego ha aclarado que este parámetro "para nada es obstáculo a la reapertura" de la planta y ha asegurado que esto lo conocen los trabajadores, la empresa y también ahora los administradores concursales porque así se lo hizo saber el Gobierno regional.

"Si alguien se quiere reír de los trabajadores puede hacerlo, pero yo desde luego no lo voy a permitir", ha aseverado el jefe del Ejecutivo regional, quien ha pedido que "nadie" intente "engañar" a los trabajadores y ha reclamado a éstos a que "no se dejen engañar".

Ha señalado que el hecho de que falte el pronunciamiento del Consejo de Estado sobre este asunto no impide que abra ya que si la valoración de este órgano es favorable la empresa podrá retomar la actividad pactando con el Gobierno regional los plazos para adaptarse al parámetro y, si es negativa, con una "pequeña" inversión podrá ampliar la chimenea de Viscocel para adaptarse a él.

Diego ha insistido en que el Gobierno regional ha hecho ya "todas las gestiones que cabía hacer", aunque ha apuntado que analizará el plan de viabilidad que presente la compañía.

La reunión comenzó sobre las 11.10 horas y ha durado más de dos horas y en ella están presentes, por parte del Gobierno regional, Diego y el consejero de Industria, Innovación, Comercio y Turismo, Eduardo Arasti, y, en representación de los sindicatos, Pérez Portilla, la secretaria general de UGT, María Jesús Cedrún, y otros miembros del comité.

Desde aproximadamente las 10.30 horas los trabajadores ya se comenzaron a concentrar frente a la sede del Gobierno regional en Peña Herbosa y cuando vieron al presidente regional entrar al edificio le han reclamaron soluciones a su problema y le exigieron que "trabaje" para ello.

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