La Guardia Civil ha detectado un incremento en el robo de cabezas de ganado ovino y porcino durante los meses previos a la Navidad, ya que los efectos de la crisis ha generado "una mayor demanda de este tipo de productos".

Hay que tener en cuenta que "en el mercado ilícito se suele comercializar a un precio muy inferior al de venta al público, aunque se corren riesgos de consumir productos nocivos para la salud, al no pasar los correspondientes controles sanitarios", según ha explicado a Europa Press un portavoz de la Guardia Civil.

Por ello, agentes de la Benemérita, en general, y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de forma específica, realizan controles de almacenaje y transporte de este tipo de productos.

En concreto, los robos suelen darse en explotaciones ganaderas que por su ubicación, en lugares aislados de la población y poco frecuentados, y sus precarias medidas de seguridad se convierten en un "blanco relativamente fácil" para quienes se dedican a estas actividades ilícitas.

Al objeto de evitar estas sustracciones en las explotaciones, en 2011 se puso en marcha en el conjunto del país el 'Plan contra las sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas', que se ha revitalizado con la creación de los equipos ROCA, contra robos en el campo.

Se trata de seis equipos integrados por una veintena de agentes cuya misión principal es la investigación de las infracciones penales relacionadas con las explotaciones agrícolas y ganaderas. Su puesta en marcha ha permitido la detención del doble de personas con respecto al mismo periodo en años anteriores en este tipo de robos, además de que se ha establecido una fluida colaboración entre la Benemérita y los integrantes del sector que facilita el esclarecimiento de más infracciones penales.

Inspecciones en establecimientos

Por otro lado, la Benemérita realiza inspecciones periódicas a establecimientos y empresas del sector alimentario para luchar contra la sustracción y la receptación de este tipo de productos.

En estas inspecciones se comprueba el origen, el transporte y los controles sanitarios específicos a los que tienen que ser sometidos estos productos, para descartar su comercialización ilícita y evitar riesgos para el consumidor.

Un ejemplo de estas inspecciones ha sido la reciente operación 'Opson III', realizada en España destinada a luchar contra la falsificación, adulteración, venta, etiquetado, comercio o distribución ilegal de productos alimenticios y fraude económico, protegiendo de esta forma la seguridad alimentaria de los consumidores.

Recomendaciones para el consumidor

La Guardia Civil ha elaborado una serie de recomendaciones en este sentido. En caso de detectar alguna irregularidad en la fabricación, distribución, comercialización y consumo de productos alimenticios se aconseja ponerse en contacto con dicho Cuerpo, además de consumir en estas fechas en sus establecimientos habituales.

En caso de dudas sobre el producto hay que preguntar sobre su procedencia y características a los responsables del establecimiento y cuando se consuma en establecimientos en los que no suele hacerlo, comprobar que el etiquetado del producto está en alguna lengua oficial de España.

Se aconseja revisar la fecha de caducidad de los productos que compra, desconfiar de precios anormalmente reducidos y que se alejen del coste normal del producto, especialmente cuando se trate de productos de marca o con denominación de origen; y en caso de duda, consultar a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutricional, organismo competente en esta materia.