Ucrania aseguró este martes que retomará el próximo año las negociaciones sobre la Asociación con la Unión Europea (UE), suspendida en el último momento por el Gobierno del presidente Víktor Yanukovich.

"Ya se han celebrado dos vueltas de negociaciones en Bruselas. Hoy (...) arrancan las vacaciones políticas en Europa con motivo de las fiestas de Navidad y el Año Nuevo después de las cuales Ucrania retomará las negociaciones sobre ese acuerdo (de Asociación)", dijo el titular de Exteriores ucraniano, Leonid Kozhara, en rueda de prensa.

Precisó que el texto del acuerdo no puede ser modificado sino que más bien se trata de los aspectos de su "implementación" con el "mantenimiento de los intereses del pueblo ucraniano".

El acuerdo podía haberse firmado durante la cumbre celebrada el pasado mes de noviembre en Vilna, pero Yanukovich anunció inesperadamente que Kiev suspendía la firma de la Asociación, decisión que provocó protestas sin precedentes en la capital ucraniana.

El pasado martes, durante una visita a Moscú, el mandatario llegó a un acuerdo para que Rusia reduzca el precio del gas para Ucrania y se comprometa a comprar bonos del Gobierno ucraniano por valor de 15.000 millones de dólares (unos 10.970 millones de euros).

El acuerdo con el Kremlin sitúa a Ucrania más cerca de Rusia, a la vez que aleja las perspectivas de que a medio plazo las autoridades ucranianas firmen un acuerdo de asociación con la UE, tal y como estaba previsto semanas atrás.

Por otro lado, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, informo de que Moscú ya ha comprado bonos ucranianos por valor de 3.000 millones de dólares que forman parte de ayuda en inversiones de 15.000 millones prometida a Ucrania por el Kremlin.

Por otra parte, Rusia inició su primer pleito ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) desde que ingresara en este organismo internacional, con el que recurre los aranceles que pagan los productores metalúrgicos y químicos rusos para vender en la Unión Europea, publicó este martes la prensa económica rusa.

Rusia exige a la UE, que aplica aranceles de 22-28% a los productos químicos y metalúrgicos rusos, que deje de elevar la cuantía de esas tasas a los productores rusos con el pretexto de que sus costes de producción son menores que el de sus competidores europeos gracias a que en Rusia cuentan con energía subvencionada.

Los Veintiocho, que acusan a Moscú de prácticas de 'dumping', aplican a estos productos el llamado "ajuste energético", que corrige al alza el precio de estos productos rusos en función del precio que tiene la energía en la UE y no en Rusia.

La Unión Europea ha asegurado este martes que los aranceles se ajustan a las normas de la Organización Mundial del Comercio.