Ambos grupos coincidieron en la zona y decidieron hacer el trayecto juntos, pero accedieron por equivocación a la galería sin salida en la que quedaron atrapados pensando que se trataba del túnel que pretendían cruzar y que une Cuevas Negras y Piedra de los Cochinos. El guía que debía orientarles no pudo acompañarles en el recorrido, por lo que les orientó por teléfono, aunque los jóvenes tomaron el camino erróneo. Sobre las dos del mediodía se adentraron en la galería, abandonada desde 1964, que se convirtió en una trampa mortal.

Las emanaciones de anhídrido carbónico, de origen volcánico y las altas temperaturas de unos 30 grados provocaron el desmayo de muchos de ellos. «Vi a todos cayendo como moscas», contaba José, ingeniero canario, de 27 años, tras ser rescatado. Otro excursionista, Narciso Hernández, indicó que «notamos que nos faltaba oxígeno y dimos la vuelta».

Alarma de madrugada

Los primeros en salir dieron la voz de alarma. Los equipos de rescate iniciaron las labores para tratar de localizar al resto del grupo. La actividad se desarrolló con mucha dificultad porque debían acceder con equipos de respiración asistida y se prolongó hasta el mediodía de ayer, cuando el resto de supervivientes consiguieron salir y se encontraron los cadáveres de las otras seis personas.

Algunos de ellos fueron trasladados al hospital con síntomas de hipotermia, agotamiento e inhalación de gases, aunque su estado no reviste gravedad.

Podría haber sido mucho peor

El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, dijo que la tragedia pudo haber tenido «una dimensión muchísimo mayor». La Policía Judicial abrirá una investigación para saber si el acceso estaba abierto o se forzó alguna protección.