Condenan a tres menores por agredir y humillar a indigentes que dormían en cajeros

El juez impone libertad vigilada para dos de ellos durante un año y al otro, internamiento en un centro 14 meses

El Juzgado de Menores número 1 de Córdoba ha impuesto distintas medidas correctivas a tres jóvenes, de entre 16 y 17 años, como autores de sendos delitos contra la integridad moral y otras tantas faltas de maltrato de obra, tras supuestamente agredir y humillar a varios indigentes que dormían en cajeros automáticos de la capital cordobesa.

Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, dos de los jóvenes tendrán que pasar un año de libertad vigilada "con la obligación de realizar una actividad formativa o laboral, de no consumir bebidas alcohólicas, y de participar en un programa de modificación de la conducta y control de impulsos". El otro joven ingresará en un centro de reforma en régimen abierto durante 14 meses. Contra la sentencia no cabe interponer recurso alguno.

Así, según considera la resolución, adelantada por 'ABC', la primera de las agresiones tuvo lugar en la madrugada del día 1 de marzo de 2013. Los tres enjuiciados se aproximaron al cajero de una entidad bancaria de la avenida de La Viñuela, donde había dos indigentes pernoctando. Dos de los menores se quedaron vigilando fuera mientras el tercero entró y supuestamente agredió a un ciudadano rumano de 56 años, "propinándole fuertes patadas y puñetazos mientras dormía". Cuando el indigente se levantó para cerrar la puerta, el menor que estaba dentro le dio "una patada en el estómago" y le propinó un golpe con el brazo.

La víctima salió del habitáculo en un intento de ahuyentar a sus agresores, pero "de nada sirvió". Según el juez, recibió una patada que lo tiró al suelo, donde fue golpeado. Uno de los acusados le pegó con fuerza con la propia puerta, dándole más patadas y lanzándole escupitajos. A esto le siguieron naranjazos, puñetazos y risotadas mientras intentaban sacar al hombre, que vivió la situación "con terror y angustia", a rastras del cajero. "A las 2,09 horas los tres menores dieron por terminada su despreciable diversión", recoge la sentencia.

Posteriormente, un mes más tarde, sobre las 0,36 horas, los tres procesados regresaron al mismo cajero, donde se encontraron con otra víctima. Uno de ellos, antes de comenzar las vejaciones, sacó su móvil para contarle a un amigo qué iba haciendo con el indigente. Así, "abrió la puerta y, de forma sorpresiva, le arrojó una naranja que le impactó en la cara despertándolo de repente".

Acto seguido, le tiró una papelera llena de basura, mientras sus cómplices se "jactaban". Comenzaron a lanzarle escupitajos, golpes y a proferirle vejaciones hasta que decidieron huir del lugar para volver media hora más tarde. A su regreso, supuestamente repitieron los puñetazos y las patadas. Finalmente, la Policía se personó en el lugar, aunque el indigente no quiso denunciar, tras ser víctima de "un terror psicológico incuestionable".

El último delito tuvo lugar en fechas próximas, en un cajero de la plaza de San Andrés, donde se encontraban cuatro indigentes. Propinaron una patada a uno de ellos y le arrojaron un batido encima, tras lo cual se alejaron del lugar.

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