Sargadelos ha cerrado este martes el periodo de consultas del expediente de regulación de empleo (ERE) presentado, que afectará a 70 de los 170 trabajadores con los que cuenta y a los que dará la indemnización mínima prevista en la ley, de 20 días por año trabajado con máximo de 12 mensualidades, según han indicado los representantes de los trabajadores.

Además, empleados de las dos plantas de la histórica firma se han desplazado a Santiago coincidiendo con la última reunión del periodo de consultas, que fue a las 17.00 horas en el Instituto Galego de Información, y se han concentrado en señal de protesta. La mayor parte de los trabajadores son mujeres que llevan trabajando hasta 40 años en la empresa, ha destacado el responsable del área de cerámica de CC.OO., Carlos Pérez, presente en las negociaciones.

El sindicalista ha calificado de "decepcionante" tanto el proceso como el papel de las administraciones públicas, a las que ha acusado de "estar dejando caer una fábrica, un museo llamado Sargadelos, que es marca Galicia".

En declaraciones a Europa Press, Pérez ha criticado que "no hubo negociación", puesto que la empresa no modificó su posición inicial de despedir a 70 de los 170 trabajadores con los que cuenta con la indemnización mínima. El ERE, ha recalcado, se cierra sin acuerdo "por una sencilla razón", que la empresa solo hizo "los trámites administrativos a los que obliga la ley" y no ofreció "ni un euro más" de lo que exige la normativa.

"¿Cómo iba a haber acuerdo si dan lo mínimo que marca la ley?", se ha preguntado la presidenta del comité de empresa de Cervo, Rogelia Mariña, que ha cuestionado también que la actividad sea viable con el número de operarios que se quedarán.

Mariña ha llamado a las administraciones públicas con las que los trabajadores se han ido reuniendo a "ayudar", aunque ha admitido que "todos dicen que sí, pero compromiso, de momento, no hay ninguno".

Por su parte, Pérez ha mostrado una actitud más crítica respecto al papel de las administraciones públicas, que en el caso de la Consellería de Economía e Industria ha calificado de "decepcionante, por decirlo suavemente". Los alcaldes —de Sada (A Coruña y Cervo (Lugo), en donde se encuentran las fábricas— "solo hicieron un paripé para la foto" y las diputaciones provinciales "no han hecho nada", ha continuado.

Además, ha manifestado que algunas de las cuestiones que la empresa plantea en su plan de viabilidad, como la propuesta de fusionar los dos centros de trabajo. Ahora, ha apuntado, los trabajadores se mantienen a la expectativa hasta conocer los siguientes pasos de la empresa.

En cualquier caso, ha avanzado que prevén impugnar el ERE en los próximos 20 días porque los representantes de los trabajadores interpretan que se produjeron "defectos de forma" al plantear el expediente de forma conjunta para las dos fábricas.