«Hay casos en que los árboles no duran más de siete días, hasta que vuelve a llegar el fin de semana», explica la concejala de Jardines, María José Cebreiro. Estos destrozos suponen también un duro golpe a las arcas locales, ya que de media cada uno de los árboles (se considera un árbol estándar aquel cuyo perímetro mide entre 16 y 18 centímetros) no baja de los 250 euros.

Eso significa que anualmente el Gobierno local tiene que gastar 50.000 euros sólo en plantar nuevas es-pecies. «Siempre estamos trabajando, pero no se ve, porque lo que hacemos lo destrozan en unos días», afirman desde el Ayuntamiento. Por eso hacen un llamamiento al civismo de la población para que se cuiden los espacios verdes que son propiedad de todos.

robos de flores...

... en pleno día

No sólo los vándalos hacen de las suyas. El área de Jardines, y también muchos coruñeses, ha visto a otros vecinos arrancando flores de los parques, denuncia la concejala María José Cebreiro.

Un suma y sigue que no para

No sólo las plantas son objetivo de los vándalos. Este «terrorismo verde» llega a todos los rincones de los parques y otras zonas de ocio, como las jardineras y los bancos de madera. «Dejan todo tirado: botellas de alcohol, de Coca-Cola...», dicen en el Ayuntamiento. Esa suciedad se registra, por ejemplo, cada fin de semana en los jardines de Méndez Núñez, uno de los puntos más concurridos para el botellón. Estos actos continuados de vandalismo tienen un coste astronómico: 600.000 euros anuales, es decir, 100 millones de las antiguas pesetas, según cálculos del Gobierno local.

A hachazos con los metrosideros

Las zonas de la movida, como Juan Flórez (imagen), son las que más sufren. Pero hace diez días, los metrosideros del paseo fueron destrozados a hachazos, como muestran las fotos facilitadas por técnicos municipales. Estos árboles, originarios de Nueva Zelanda y símbolo de A Coruña, son irremplazables: «En los viveros no los hay de este tamaño», dicen en María Pita.