Muy afectados entraron en el recinto, donde minutos más tarde recibirían al Rey y a los duques de Lugo y de Palma. La Princesa se fundió en un abrazo muy afectuoso con su cuñada, la Infanta Cristina.

Ni la Reina ni Telma

En el tanatorio estaba toda la familia de Érika, incluido Ángel Vigo, padre de su hija. Tanto la Reina como la segunda hermana de Érika, Telma, no pudieron llegar a tiempo, porque la noticia les sorprendió en el extranjero. Telma llegó anoche, a las 21.30 h, a Madrid desde Filipinas,y Doña Sofía lo hizo unas horas después desde Camboya.

Acabado el responso que ofició el capellán del Palacio de la Zarzuela, Serafín Sedano, se procedió a incinerar el cuerpo de la joven.

A la salida, los Príncipes se detuvieron ante la multitud de medios que se agolpaban a las puertas del tanatorio. «Gracias a todas las personas que se han sentido apenadas por la muerte de mi hermana pequeña», dijo Doña Letizia rompiendo a llorar. Don Felipe tomó la palabra para agradecer «la comprensión» y la espera bajo la lluvia.

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Resultado de la autopsia

Ayer estaba previsto que se dieran a conocer las conclusiones de la autopsia, aunque todo apunta a que los datos que revelarán la causa de la muerte no se harán públicos para preservar la intimidad. Fuentes de la investigación citadas por varios medios apuntan al suicidio como hipótesis. Según El País, los indicios recogidos en la casa descartan la participación de terceras personas y la muerte natural. Añade también que había algún bote vacío de ansiolíticos, que tomaba contra el estrés y la ansiedad.