Solo o con leche

  • Café y té: es fundamental elegir unos buenos complementos.
  • Son importantes para llevar a cabo el ritual que siempre acompaña a estas bebidas.
Original. Para poder tirar de la bolsa sin quemarse, de Koizol.
Original. Para poder tirar de la bolsa sin quemarse, de Koizol.
Original. Para poder tirar de la bolsa sin quemarse, de Koizol.

Tradicionalmente, la hora del té son las cinco de la tarde, y la del café, la sobremesa.

Independientemente de la hora, el frío invernal invita a tomarlos y hace que siempre sea un buen momento de relax para disfrutar en casa, solo o acompañado.

Elegir los complementos para servirlo da carácter y estilo al hogar.

Los diseñadores no han olvidado esta tradición y han creado originales juegos de tazas y platos para los amantes de la estética y el diseño.

Existen unas normas a la hora de servir el té. En una mesa informal, para tres o cuatro personas, se puede usar una bandeja grande o una mesa auxiliar para el alimento que le acompaña (suelen ser sándwiches, pastas, bizcocho, etc.), que debe ser pequeño y fácil de tomar con las manos.

Todo un ritual

En una mesa formal se establecen los lugares de cada invitado con el plato de postre y, sobre éste, el tenedor y el cuchillo. A la derecha se coloca la taza con su plato y la cucharita. La servilleta se pone a la izquierda del plato de postre. Lo que acompaña sí puede ser grande, pues tenemos plato y cubiertos para comerlo: tarta, mantecados, etc.

El café también tiene su propio protocolo: se puede tomar en la misma mesa donde se ha comido o en otra diferente. En una bandeja se llevan tres jarras –leche fría, leche caliente y café–, un cuenco con chocolatinas o pastas, azúcar, edulcorante y el juego de tazas y platitos.

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