Dos hombres murieron este jueves en sendos accidentes debidos al temporal de lluvia y viento que azota las Islas Británicas y que ha provocado cortes de luz y la cancelación de servicios de transporte en el Reino Unido e Irlanda.

Uno de los hombres murió al ser aplastado por un árbol en un parque en Retford, en el condado central de Nottinghamshire, y un conductor de camión falleció después de que su vehículo volcara en West Lothian (Escocia).

El primer ministro británico, David Cameron, aseguró este jueves que los diferentes departamentos gubernamentales "hacen todo lo que pueden" para ayudar a afrontar la tormenta.

Por su parte, el ministro de Medio Ambiente, Owen Paterson, presidió por su parte una reunión del comité de emergencia Cobra, que aconsejó a los ciudadanos estar pendientes de las alertas y recomendaciones de la Agencia Medioambiental en los condados orientales de Norfolk, Suffolk y Essex, donde las autoridades han habilitado centros de acogida en escuelas y otros locales, y también en el norte de Gales.

En la costa este de Inglaterra, la Policía ha visitado 9.000 hogares para recomendar que se trasladen temporalmente en previsión de un empeoramiento de la tormenta y una alta marea en las próximas horas.

Los vientos han alcanzado este jueves rachas de hasta 160 kilómetros por hora, lo que provocó cortes eléctricos en 100.000 hogares en Escocia e interrupciones en el tráfico terrestre y aéreo en Escocia e Inglaterra.

Según el Servicio Meteorológico, la zona más afectada ha sido el norte de Escocia, donde llegó a suspenderse toda la red ferroviaria por vendavales que llegaron a 180 kilómetros por hora, si bien la mayoría del servicio ya se ha restablecido.

También se han suspendido varios vuelos desde los principales aeropuertos escoceses -Glasgow, Aberdeen y Edimburgo- y la Agencia Medioambiental ha cerrado la llamada Barrera del Támesis contra las inundaciones para proteger Londres.