El grupo Arturo Cantoblanco, la empresa hostelera de Arturo Fernández (presidente del CEIM y de la Cámara de Comercio) dejará de prestar servicios a la Institución Ferial de Madrid (Ifema) este 31 de diciembre. Ambas sociedades han decidido, de mutuo acuerdo, rescindir el contrato de explotación de los servicios de restauración y hostelería del complejo.

La decisión se ha tomado después de que la Cámara de Cuentas publicara un informe en el que se desvelaba que Fernández (que además es vocal del comité ejecutivo del complejo, lo que también ha sido denunciando por la cámara), tiene una deuda con el ente de 1,27 millones de euros. La empresa de Fernández dejará de trabajar en Ifema este 31 de diciembre. Al día siguiente operará una nueva concesionaria cuyo nombre todavía no se conoce (el concurso permanecerá abierto hasta el 9 de diciembre, fecha en la que se sabrá quiénes son las aspirantes).

Fernández se hizo con los servicios de hostelería de Ifema en 2011, pero en todo este tiempo no ha abonado el canon anual al que estaba obligado (el 14% de los ingresos) tal y como revela el informe de la Cámara de Cuentas. Tampoco realizó las inversiones previstas de casi un millón de euros.

El propio Fernández ha asegurado que la relación con Ifema era deficitaria, lo que le ha ocasionado unas pérdidas de 2,5 millones de euros en tres años. Al parecer, la cifra del canon se fijó con respecto al volumen de ingresos de 2010, lo que hacía "imposible" mantener el nivel dado el mal momento que atraviesa el recinto. Fernández ya comunicó a Ifema su decisión de rescindir el contrato hace seis meses, cuando todavía le quedaban tres años más de concesión, pero la renuncia oficial no se ha conocido hasta esta semana.

"Tal y como está el panorama, mantener el negocio era imposible. Inviable. El nuevo concurso parece algo más accesible, pero la empresa que lo consiga lo va a tener muy difícil para aguantar", asegura Fernández a 20minutos. El nuevo contrato mejora el canon anual en dos puntos porcentuales (del 14% al 12%), así como la inversión total a realizar (300.000 euros).

Desde Ifema no aclaran cómo se resolverá la deuda de Fernández: "Ahora llega el momento de sentarse y hablarlo", explica un portavoz. Al parecer, Fernández resolverá tanto las inversiones como las deudas tras descontar los servicios extra que prestaba (servicios de catering, menús a empleados...) y los diversos bienes materiales que deja (vajillas, alimentos y muebles, sobre todo). Fernández cree que el balance final que deberá abonar a Ifema rondará los 600.000 euros.

Hace unas semanas, el presidente del CEIM y, además, número dos de la CEOE, también tuvo que dejar de prestar servicio al Congreso de los Diputados tras 20 años de relación. El nuevo concurso otorgó la concesión a Eurest, una compañía española perteneciente a un grupo británico. Fernández, sin embargo, afirma que la viabilidad de su empresa no peligra: "El Congreso también era deficitario. Solo estábamos ahí por el prestigio que nos otorgaba", ha manifestado.

El grupo Arturo Cantoblanco realizó recientemente una ampliación de capital, y los nuevos socios han obligado a la sociedad a desprenderse de todos los negocios deficitarios. "Y eso es lo que estamos haciendo. Hemos perdido el Congreso e Ifema, pero recientemente hemos conseguido siete hospitales en Chile, por ejemplo", ha dicho Fernández.

La renuncia de Fernández a Ifema vuelve a sembrar de dudas la gestión del complejo, que en el último ejercicio económico logró apenas un millón de euros de beneficios. "El problema es que Ifema necesita una inversión monstruosa para mantenerse. 2013 ha sido un año muy malo, y lo más probable es que acabe en números rojos", aseguran fuentes de la dirección del ente.