UGT-A despide a un miembro de la sección sindical por ser el presunto autor del borrado de 1.756 ficheros

La sección sindical baraja presentar denuncia pidiendo la tutela judicial y cree que el afectado debería ir por vía penal por injurias y calumnias

El sindicato UGT-A ha despedido al secretario general de la sección sindical de los trabajadores de UGT Sevilla, Laureano Conde, como presunto autor del borrado de 1.756 ficheros informáticos, según ha asegurado la sección sindical de los trabajadores de UGT-A en una nota.

Ese "borrado interno" de archivos informáticos sobre la contabilidad del sindicato fue hecho público esta semana por la dirección de UGT en Andalucía, que anunció que llevaría el hecho al juzgado.

La sección sindical de los trabajadores de UGT-A y UGT Sevilla expresan su "absoluto rechazo" ante tal medida "injustificada" adoptada por UGT, pues "usan a los trabajadores como cabeza de turco para intentar tapar las presuntas irregularidades de UGT".

En una nota, la sección sindical de UGT-A ha explicado que este jueves la central sindical ha decidido sancionar con "despido disciplinario" al secretario general de la sección sindical de los trabajadores de UGT Sevilla, imputándole el borrado de 1.756 ficheros con el programa C-Cleaner, de lo que deducen que el trabajador en cuestión "ha procedido a eliminar importante y voluminosa documentación e información de la entidad, utilizando para ello curiosamente un programa informático que impide identificar cuál ha sido la concreta documentación que ha sido borrada".

La sección sindical de los trabajadores de UGT-A y UGT Sevilla quieren trasladar su "absoluto rechazo" ante tal medida "injustificada" adoptada por UGT, que "usa a los trabajadores como cabeza de turco para intentar tapar las presuntas irregularidades del sindicato".

Fuentes sindicales han asegurado a Europa Press que "es totalmente falso" que esa persona haya borrado los ficheros de contabilidad, toda vez que "esos ficheros están en un servidor y no se puede borrar con el C Cleaner, que no tiene esa capacidad".

"Nos parece impresentable que argumenten para el despido que esa persona despedida tiene el programa informático en su ordenador, un programa que tienen muchos trabajadores, es gratuito y cualquier se lo puede bajar de Internet", aseveran las fuentes, quienes han indicado que se ha pedido la peritación por parte de un informático "para que explique cómo funciona el programa, que no es nada sofisticado".

En ese sentido, fuentes de la sección sindical han asegurado que "lo único que hace ese programa es optimizar los recursos de Windows y borra parte del registro de programas de Windows, no borra archivos", de manera que, según explican estas fuentes, "sólo borra archivos temporales de navegadores de Internet, no borra ningún fichero de ordenador, sólo limpia la basura de lo que pueda entrar por Internet".

MEDIDAS

Fuentes de la sección sindical han explicado que contactarán con el trabajador despedido, y consideran que éste "debería interponer demanda penal por injurias y calumnias, por vulnerar su honorabilidad".

Asimismo, la sección sindical baraja denunciar de forma colectiva "para pedir la tutela judicial por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores".

"El sindicato ha sobrepasado la línea roja, al imputar cosas totalmente falsas a un trabajador", han agregado.

ANTECEDENTES

A inicios de esta semana, el secretario de Organización de UGT-A, Manuel Ferrer, quien agregó que además se habían copiado desde otro ordenador interno del sindicato otros 22.400 archivos, explicó que los 1.756 archivos se han destruido "escalonadamente" con el programa C-Cleaner desde un ordenador interno del sindicato, que aseguraban que ya estaba localizado, perteneciente al departamento de administración.

Ferrer indicaba que por el momento el sindicato no había acudido al juzgado "pues ya tenemos la certeza, pero hasta que no tengamos las pruebas de quien ha sido no denunciaremos", algo que "lo haremos en breve tiempo", indicó entonces el representante ugetista.

Asimismo, precisaba que se habían abierto tres expedientes "y dos de ellos se resolvieron por falta de pruebas con una amonestación, pues las claves no pueden ser dadas a otro trabajador, al ser claves personales".

Ferrer apuntaba que dicho borrado hacía "el trabajo de investigación de los expedientes más difícil porque no podemos acceder a ellos, pues, aunque sí tenemos las facturas, hemos perdido esa trazabilidad y seguimiento", de forma que Ferrer aseguró entonces desconocer cuándo habrá resultados definitivos toda vez que "se alarga muchísimo, pues tenemos todos los archivos, pero en papel", revisión que lleva más tiempo.

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