El Juzgado de Instrucción 2 de El Vendrel (Tarragona) ha imputado a ocho agentes de los Mossos d'Esquadra y a dos sanitarios para "esclarecer las circunstancias" de la muerte de Yassir E. el 31 de julio en la comisaría de El Vendrell, y están citados a declarar a partir del 13 de diciembre.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, el juez les ha imputado un presunto delito de homicidio imprudente porque considera que "existen motivos racionales para creer que su actuación ha influido en la muerte de Yassir E."

Después de ser detenido la mañana del 31 de julio por un supuesto delito contra agentes de la autoridad, Yassir E. fue conducido a la comisaría —previo paso por el hospital— y recluido en una celda, según relata la sentencia.

Pasado el mediodía empezó a sufrir convulsiones, por lo que un médico, una enfermera y un técnico de transporte del Sistema d'Emèrgencies Mèdiques (SEM) acudieron a la comisaría.

Poco después, el detenido comenzó a correr por la celda, a gritar y a darse cabezazos contra las rejas —como recogieron las cámaras de seguridad—, por lo que cinco agentes entraron para inmovilizarlo y lo colocaron en un colchón, cubriéndole todo el cuerpo con cintas de velcro hasta las rodillas y un casco en la cabeza.

Minutos más tarde, otro agente entró en la celda para ver su estado y comprobó que "no presentaba movimientos torácicos", por lo que dio aviso a otros tres agentes que intentaron reanimarlo; los mismos sanitarios que habían acudido a su reconocimiento volvieron y diagnosticaron que había muerto por causa desconocida, según recoge el auto.

Cuando el forense llegó a primera hora de la tarde a la celda se encontró con que el fallecido tenía una papelina de hachís en el bolsillo, y que en la habitación había dos bolsitas de cocaína.

Posteriormente, la autopsia concluyó que se trató de una muerte "violenta de etiología medicolegal, más probablemente accidental, sin poder descartar etiología suicida", y estableció la reacción adversa a sustancias tóxicas como causa fundamental del fallecimiento después de que las analíticas de sangre y orina diesen positivo en cocaína.

Aunque avisa de que la dosis de cocaína no es letal en sí misma, "se considera que en el mecanismo de la muerte han contribuido varios factores de riesgo como son la combinación de los tóxicos hallados, la situación estresante de la detención y contención y la producción de un delirio agitado o excitado consecuencia del consumo de drogas estimulantes".

La juez ha decidido imputar a los mossos que lo cachearon por las dudas de si lo habían hecho adecuadamente al haberse encontrado a la vista las papelinas, y a los que lo inmovilizaron para aclarar si era necesario reducirlo de cuerpo entero y con casco; la juez tiene dudas de que "la custodia y el control del detenido se hiciera de forma adecuada".

No son apartados

La juez ha imputado a los dos sanitarios porque "existen dudas" de que en la primera visita no pudieran advertir que el detenido se encontraba en un estado de excitación por el consumo de drogas, y en cambio diagnosticaron que estaba simulando.

La Conselleria de Interior mantiene a los ocho agentes en sus puestos tras la imputación al considerar que su actuación fue correcta y que nada ha cambiado desde que sucedieron los hechos hace cuatro meses, según han explicado a Europa Press fuentes del Departamento.