El primero, Mo1, salió a la venta en diciembre, de la mano de Imaginarium y Movistar. Vodafone también ha lanzado su terminal de este tipo; es el Vodafone Mini Disney D100. Estos teléfonos no contaban con las funciones que sí incluyen los móviles tradicionales y por ello los fabricantes han dado un paso más allá.

Cam1 es un nuevo terminal, también de Imaginarium, que mantiene las posibilidades de control para los padres, a la vez que se le ha añadido una cámara digital VGA de 2 megapíxeles y reproductor MP3. Estos nuevos terminales, creados para niños de  seis años en adelante, se han diseñado pensando en los adultos. Los padres pueden limitar el envío de MMS, las llamadas entrantes y salientes y la recepción de SMS sólo a los números de teléfono que los adultos han configurado en la memoria.

Lleva a la cultura del consumismo

Aunque buena parte de los padres consideran favorable que su hijo tenga móvil, la profesora del Departamento de

Psicología Evolutiva de la Universidad de Barcelona, Cristina Ramírez, opina lo contrario. Cree que estos terminales «introducen a los niños en la cultura del consumismo», produciendo «niños hiperregalados». Y considera que regalar uno en esas edades únicamente responde al «afán consumista paterno».