Los grupos de la oposición han reclamado paralizar la "inmediata" venta de Novagalicia Banco, para lo que Bruselas da de plazo hasta 2017, y, para ello, han votado a favor de sendas iniciativas del BNG y del PSdeG, apoyadas ambas por AGE.

Sin embargo, el PPdeG, que trató de que prosperase su enmienda presentada, ha rechazado respaldar la iniciativa y ha considerado que este momento para la venta de la entidad es "neutral", puesto que, aunque no quiso "entrar en si es el mejor o el peor momento", al filo de 2017 el banco podría venderse más barato al acabarse el plazo.

Además, el portavoz parlamentario popular, Pedro Puy, ha manifestado que "no es día para hablar de quién es el sepulturero" de la entidad, sino que era la ocasión para "fijar un punto en común" sobre esta cuestión, en torno a la cual consideraba que había "posibilidades de acuerdo".

En la defensa de su iniciativa, el portavoz parlamentario del PSdeG, José Luis Méndez Romeu ha lamentado la "posición subordinada" de los populares y ha señalado que "algún día tendrán que explicar por qué hicieron esta renuncia al principio de autonomía". "No existen razones económicas ni políticas", ha dicho, al respecto de la venta de la entidad.

El diputado socialista, que ha recordado que "miles" de afectados por las preferentes todavía no tienen solución, ha lamentado el "oscurantismo" y que la "transparencia fuese inexistente" como si no se tratase de impuestos de los ciudadanos, toda vez que la entidad tiene inyectados 9.000 millones de euros públicos. "Pierde el FROB, pierden las empresas gallegas", ha señalado Méndez Romeu con respecto a la venta de la entidad.

Por su parte, el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera ha recriminado que el ministro Luis de Guindos "está sirviendo en bandeja de plata NCG a un banco español", lo cual va a acarrear "una destrucción mucho mayor del trabajo y de buena parte de la red". "En Galicia sólo quedará la marca", ha lamentado, tras criticar que se haga "un traje a medida para que se venda" a una entidad española.

Así, el diputado nacionalista ha recordado que "ahora sabemos que

NCG está en beneficios" y ha apuntado que "todos los expertos coinciden en que su valor de mercado será superior en tres años", cuando finalizará el plazo dado por la Unión Europea. "¡Decidan libremente si son capaces! Decidan entre defender los intereses de los ciudadanos y de Galicia o ser cómplices del expolio del ahorro gallego", ha exhortado.

Xosé Manuel Beiras, por parte de AGE, volvió a criticar la fusión de las cajas, porque ya no se podía "solucionar nada" de una entidades que habían sido "desnaturalizadas" sin el control de la Comunidad autónoma, y ha censurado que fueron "convertidas en patrimonio de la plutocracia financiera". Además, ha culpado a los populares de ser "culpables del atraco a la ciudadanía" con esta operación.

Los populares pidieron pactar

En base a ello, los populares presentaron una enmienda en la que los populares apostaban por demandar al FROB que, en el proceso de venta, "se aseguren los principios de transparencia, concurrencia, equidad, minimización en el uso de fondos públicos y respeto a la competencia".

En segundo término, el PP fijaba que, en la valoración de las ofertas recibidas, el FROB primase además de la propuesta económica, el efecto sobre el empleo, la vinculación con Galicia, la incidencia en la financiación a pequeñas y medianas empresas, la voluntad de que los ahorradores que suscribieron obligaciones preferentes y subordinadas recuperasen la totalidad de las cantidades suscritas y la colaboración económica estable con la Fundación de Carácter Especial Novacaixagalicia.

Sin embargo, tanto Jorquera como Méndez Romeu incidieron en la necesidad de pedir la paralización de la venta de la entidad. "Son unos auténticos mandatos y comentaristas de la situación. Dimiten de sus responsabilidades", acusó el diputado nacionalista.

Mientras, Méndez Romeu advirtió de que, aun valorando el contenido de la enmienda, "lo que se está debatiendo es la continuidad o desaparición" de la entidad. "Quedan pocas semanas para la consumación de uno de los mayores errores, no revisable. Van a vender un banco solvente para no recibir nada: Se llama deslealtad y traición a los intereses del país", ha acusado el parlamentario socialista.