Una testigo niega presiones de Mossos para borrar las imágenes de la reducción de Benítez

  • Una vecina del barrio del Raval afirmó ante la juez que no recibió coacciones por parte de los agentes y que eliminó la grabación por motivos "morales".
  • Dos meses después, no se ha identificado todavía a la agente que subió hasta el piso de la mujer y le preguntó si tenía imágenes de la detención.
  • La defensa cree que este testigo exculpará a cinco agentes.
Diversos mossos en dependencias judiciales acompañando a los agentes imputados por el caso Raval (con capuchas, gorras y gafas de sol).
Diversos mossos en dependencias judiciales acompañando a los agentes imputados por el caso Raval (con capuchas, gorras y gafas de sol).
ACN
Diversos mossos en dependencias judiciales acompañando a los agentes imputados por el caso Raval (con capuchas, gorras y gafas de sol).

La testigo de origen francés que hizo fotos desde su balcón de la reducción del empresario Juan Andrés Benítez en el barrio del Raval de Barcelona y que murió horas después, ha ratificado este martes ante la jueza que borró las imágenes sin que la agente de los Mossos d'Esquadra que subió a su piso la presionara en ningún momento y que lo hizo por motivos "morales".

Según ha explicado en el juzgado, la agente le preguntó si tenía imágenes de los hechos, ella respondió afirmativamente e inmediatamente las borró ante la mossa, que no se lo impidió en ningún momento. La vecina tomó imágenes de los hechos al ver a varios agentes encima "de algo", pero después se habría arrepentido de la grabación.

Según han explicado fuentes jurídicas, la chica abrió la puerta a la mossa y esta le preguntó si tenía imágenes de los hechos. La vecina lo admitió y las borró inmediatamente, sin que se lo pidiera la agente y sin sentirse coaccionada, ha dicho. Según ella, lo hizo porque pensó que no debería haber grabado la escena.

La defensa de cinco de los mossos imputados en el caso Raval, José María Fuster-Fabra, se ha mostrado convencido de que esta declaración los exculpará de la posible acusación de obstrucción a la justicia o coacciones. Pero la acusación particular, ejercida por David Aineto, ha recordado que la agente tendría que haber impedido que se borraran pruebas, puesto que las imágenes podían haber captado un delito, tanto la supuesta agresión de los agentes como la supuesta resistencia a la autoridad por parte de Benítez.

La mossa que preguntó a la vecina si tenía imágenes todavía no ha sido identificada. El pasado 23 de noviembre, la jueza pidió a los Mossos que identificaran a esta agente. El subinspector jefe de seguridad ciudadana de la comisaría de Ciutat Vella dijo que había seis agentes femeninas trabajando aquella noche en sus órdenes, e identificó a cuatro a través de las imágenes.

Sin identificar a la mossa, dos meses después

Las otras dos agentes declararon ante la División de Asuntos Internos que no fueron a la calle Aurora, sino que estaban en la Barceloneta. Entre las otras cuatro, una mossa ya está imputada y no subió al piso de la vecina sino que se quedó a pie de calle. Ahora la jueza tiene que decidir si cita a declarar a estas tres mossas o pide a Interior que precise quién subió al piso de la vecina francesa.

Por otro lado, sobre el informe final de la autopsia, hecho público este lunes, la abogada de la acusación popular, Laia Serra, ha dicho que todavía faltan pruebas toxicológicas y sobre la enfermedad cardíaca que sufría Benítez, y por lo tanto no se puede concluir todavía el grado de participación de cada uno de los cuatro factores que intervinieron en la muerte: los golpes y politraumatismos, la droga, una enfermedad cardíaca previa.

Para Carpintero-Fabra, la autopsia determina claramente que la participación de los Mossos no fue la única causante de la muerte, porque el informe dice explícitamente que los golpes no fueron mortales.

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