Cerca de 800 personas han acudido a las visitas guiadas al Seminario Mayor de Comillas durante el mes de noviembre, en el transcurso del que se registró una especial afluencia de público en la celebración del Día de Todos los Santos.

De cara al puente de diciembre, el Seminario Mayor ampliará su horario de visitas guiadas. El viernes y el sábado el horario se prolongará desde las 10.00 hasta las 13.00 horas y desde las 16.00 hasta las 19.00 horas, mientras que el domingo solo será de mañana, según ha informado la Fundación Comillas en un comunicado.

La entrada para la visita guiada al Seminario Mayor tiene un coste de 3,50 euros para adultos y es gratuita para los menores de 12 años. Si se desea subir hasta el Seminario en automóvil, el aparcamiento en la finca tendrá un coste adicional de dos euros.

Conjunto artístico

La visita guiada tiene una duración estimada de treinta minutos y comienza en la Puerta de las Virtudes, una magnífica obra diseñada por Lluis Domenech i Montaner. Estructurada en dos hojas, sus relieves encarnan un hermoso conjunto en el que se representan a jóvenes y bellas muchachas, junto a figuras zoomórficas, la Anunciación y el Arcángel San Gabriel.

El grupo continúa hacia el interior de este conjunto de estilo neogótico-mudéjar hacia el vestíbulo y la escalera, lugar desde el que se observa un espacio único en el que se ha puesto a prueba la imaginación del artista.

En el techo se encuentra su singular artesonado que representa una alegoría de animales reales y ficticios, esculturas que se atribuyen a Alfons Juyol. El conjunto artístico del Seminario Mayor de Comillas se completa con las vidrieras de la escalera y del Paraninfo, así como los lienzos y la balconada.

El edificio del Seminario Mayor data de 1890, año en el que finalizó la obra financiada por el Marqués de Comillas. Su singular fachada y estructura interior fueron proyectadas por el arquitecto catalán Joan Martorell i Montells, que contó, para su elaboración, con la asesoría de un jesuita. Ambos diseñaron un conjunto que respeta directrices jesuíticas distribuyendo el espacio en dos patios separados por la iglesia.