Rico ve "de necios" dejar perder la remolacha y pide un apoyo decidido de las administraciones para un precio mínimo

El presidente de la Sociedad Cooperativa General Agropecuaria (Acor), Carlos Rico, ha advertido de que sería "de necios" dejar perder el cultivo de la remolacha que tanta importancia ha tenido en la comunidad autónoma de Castilla y León por lo que ha exigido un "apoyo decidido" de las entidades públicas, con referencia expresa al Ministerio de Agricultura y a la Consejería del ramo, que permita alcanzar un precio mínimo para este producto.
Carlos Rico en una asamblea
Carlos Rico en una asamblea
EUROPA PRESS
Carlos Rico en una asamblea

El presidente de la Sociedad Cooperativa General Agropecuaria (Acor), Carlos Rico, ha advertido de que sería "de necios" dejar perder el cultivo de la remolacha que tanta importancia ha tenido en la comunidad autónoma de Castilla y León por lo que ha exigido un "apoyo decidido" de las entidades públicas, con referencia expresa al Ministerio de Agricultura y a la Consejería del ramo, que permita alcanzar un precio mínimo para este producto.

"Sólo así mantendremos la llama viva de nuestra actividad azucarera y el cultivo remolachero", ha defendido Rico, quien, tras insistir en que sería de necios dejar perder un cultivo "tan valioso", ha advertido también de que sería de "insensatos" pensar que el precio se mantendrá bajo una vez se retire la Unión Europea de la producción de azúcar.

"Suficientes ejemplos hemos tenido estos últimos años como para sufrir otra amarga experiencia de la que nuevamente nadie se responsabilizará", explica Carlos Rico en su informe del ejercicio 2012/2013 al que ha tenido acceso Europa Press en el que hace un llamamiento a los cooperativistas de Acor para que sepan adaptarse a la situación, ya que, aunque "más inestable que la actual", será "igualmente atractiva".

Carlos Rico asegura a este respecto que en estos momentos no hay otra opción que la de mantener el cultivo y el sector "vivos" por lo que anima a no tirar la toalla sino a afrontar y enfrentar todos los retos que se pongan por delante, en referencia a la situación de precios a la baja en el azúcar y a la nueva estructura de liberalización definida por la nueva PAC que "abren interrogantes" y "potencian situaciones de inestabilidad".

"Tenemos la necesidad, yo diría que la obligación, de marcarnos los hitos que permitan por igual la continuidad de nuestra actividad remolachera y azucarera, elementos de empuje imprescindibles para garantizar el futuro de nuestras explotaciones y el abastecimiento de un producto esencial como es el azúcar en la industria manufacturera agroalimentaria", explica Rico en este informe.

Resultados "envidiables"

En su informe del ejercicio 2012/2013 Carlos Rico destaca los "resultados envidiables" de la campaña, con un retorno cooperativo de 12 euros/tonelada y un precio mínimo de 40 euros/tonelada, unas cifras fruto del "acierto" de la apuesta de Acor basada en el mantenimiento de un cultivo "tan necesario" para las explotaciones e "imprescindible" para el desarrollo económico de Castilla y León.

Dicho esto, reconoce que esos buenos datos no deben cegar a la cooperativa en la definición de sus líneas de actuación, al contrario, considera, deben marcar el camino más eficiente en busca del futuro. "Para ello debemos continuar ajustando nuestros procesos e instalaciones para mejorar en competitividad", explica Rico, quien recomienda aprender de los errores propios o inducidos adelantándose a las nuevas situaciones ante un escenario "que poco tendrá que ver con el vivido esta campaña".

Rico evidencia también la nueva política agraria y su limitación, hasta 2017, del actual instrumento de cupos productivos de azúcar que pone de manifiesto, a su juicio, el "flaco compromiso" de la UE, con especial atención a "ciertos países", con el sector agroalimentario. "De nuevo vemos perplejos como se marcan reglas de juego diferenciadoras que dan ventajas sustanciales a nuestros más directos competidores con la falsa excusa de defender precios más bajos, sin entrar a analizar la realidad de esa producción y las garantías de la misma, ni estudiar tan siquiera sus sistemas de protección interna", cuestiona Rico.

En este punto, ha puesto como ejemplo el ejemplo vivido en los últimos años con la industria europea del biodiésel que, según sus palabras, ha sufrido un "ataque indiscriminado" por parte de la producción de biodiésel foráneo (argentino e indonesio), "producto que entraba en España con fuertes ayudas de sus respectivos países anulando cualquier capacidad productiva".

Carlos Rico admite que es "duro" ver cómo inversiones "potentes" y proyectos "atractivos", como el que ha pretendido impulsar Acor para la producción de biodiésel industrial, se han visto "relegados a la mayor de las miserias" y "sin posibilidad alguna de defensa ante un atropello tan vil y burdo como el que ha sufrido el sector en los últimos años".

No obstante, el presidente de Acor asegura que la capacidad productiva de la planta de biodiésel de Olmedo —100.000 toneladas/año— está acreditada por lo que ha deseado que se lleve a término la nueva estructura diseñada para acceder al mercado nacional para poder desarrollar la actividad consciente de que se ha abierto un camino paralelo en el mercado alimentario con un "nicho comercial más interesante", lo que permite a su vez mantener los contratos de semillas oleaginosas en niveles económicos "dignos" para los socios de Acor.

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