El Ayuntamiento del municipio malagueño de Nerja incoará un expediente sancionador a un particular que está efectuando vertidos de tierra, al parecer procedente de una obra que está realizando para abrir un carril de acceso a una finca cercana, junto al Acueducto del Águila, monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Así lo ha anunciado la concejala de Educación y Cultura, Gema García, que ha visitado este sábado la zona en compañía del alcalde pedáneo del núcleo de Maro, Javier López, después de haber sido alertada por la asociación cultural La Volaera de la ejecución de estas obras en los alrededores del acueducto.

García ha explicado en un comunicado que, al tratarse de un BIC, el Consistorio pondrá también los hechos en conocimiento de la Delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga, y ha indicado que se van a valorar los daños que se han podido causar al monumento, ya que los escombros reposan sobre la cara norte del acueducto e incluso se ha tapado uno de los rebosaderos.

Hasta el lugar del vertido se han desplazado también efectivos de la Policía Local, que no han podido identificar al promotor de los trabajos ni a la empresa que los está llevando a cabo, puesto que, al ser fin de semana, no se está realizando ninguna tarea en la zona, por lo que los agentes volverán a visitar la zona este próximo lunes.

La edil, que ha asegurado que el Consistorio también ha hecho gestiones con la Sociedad Azucarera Larios para identificar a la persona que tiene arrendada la parcela a la que, al parecer, se dirige el carril, ha añadido que los técnicos municipales también visitarán el lunes el acueducto para elaborar los correspondientes informes.

El Acueducto del Águila, construido en el último tercio del siglo XIX y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1968, sirvió durante décadas como canal para transportar agua al antiguo ingenio azucarero de Maro, y perteneció hasta 1930 a la Azucarera-Alcoholera de San Joaquín, que ese año lo vendió a la Sociedad Azucarera Larios, quien fue su propietaria hasta que en 2005 lo cedió al Ayuntamiento de Nerja.

La construcción se eleva en cuatro niveles de arcadas, tiene una altura de unos 40 metros y está rematada por un pináculo de ladrillo cuyo vértice está coronado por una veleta de hierro que representa la silueta de un águila bicéfala, elemento este último de donde el monumento recibe su nombre.