Restaurado el retablo de la Virgen del Carmen de Gea

Los trabajos de restauración del retablo de la Virgen del Carmen, perteneciente a la parroquia de San Bernardo en Gea de Albarracín, que han durado tres meses, han finalizado ya. Han sido ejecutados 'in situ' por el Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín.
Los trabajos de restauración han durado tres meses
Los trabajos de restauración han durado tres meses
FUNDACIÓN
Los trabajos de restauración han durado tres meses

Los trabajos de restauración del retablo de la Virgen del Carmen, perteneciente a la parroquia de San Bernardo en Gea de Albarracín, que han durado tres meses, han finalizado ya. Han sido ejecutados 'in situ' por el Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín.

Sin embargo, dos tallas del retablo han sido acabadas en la localidad de Albarracín.

La financiación ha corrido a cargo de una donante particular, procedente de la misma localidad de Gea, que vive ahora en Barcelona.

Al margen de los daños producidos por el paso del tiempo, los xilófagos y humedades, los repintes mas recientes han ocultado las pinturas sobre tabla del retablo, también escondidas por la gran capa de suciedad acumulada, sobre todo, en la parte superior.

Sin embargo, el gran problema de este retablo era de naturaleza estructural, dado que en alguna etapa precedente, se instaló la talla de la virgen del Carmen, sustituyendo quizás la tabla pintada, como el resto del bien, que pudo tener en su origen.

La instalación de la hornacina pertinente para la inserción de esta imagen, alteró el armazón original, tal y como se advierte en las tablas del banco del retablo, totalmente deformadas por el peso que le colocaron en su parte superior.

Además, supuso en su día, la perforación del muro de la iglesia, para acoger el saliente de la estructura, así como el levantamiento de los respectivos muros laterales para la sujeción de la misma pieza, alterando la mazonería del retablo, según han indicado desde la Fundación de Santa María e Albarracín.

Los trabajos últimos se han centrado en la restauración de dos buenas tallas de los siglos XVI y XVII, de San Blas y Santa Bárbara, que fueron colocadas también en este retablo, aunque son ajenas al mismo. Tras su restauración pueden situarse en cualquier espacio que se desee.

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