“Tuve que entrar al edificio por una ventana y forcejeando con un guardia de seguridad. Si Berlanga levantara la cabeza…”. Con esta frase se resume la noche que han vivido cientos de trabajadores de Radiotelevisión Valenciana, la última en antena para la radio y la televisión públicas de la Comunitat.

Belén Fernández, periodista de cultura en los informativos de Canal Nou, con 16 años en la casa, está agotada. “Me siento muy triste. Ha sido una noche muy larga”, relata después de abandonar las instalaciones de Canal Nou tras el corte de las emisiones de este viernes. “Hemos aguantado el tipo con un informativo en directo de 12 horas para acercar a los valencianos la realidad de lo que ha pasado”, cuenta.

“Yo llegué a las 4.00 h de la mañana. Hubo gente que ni siquiera se fue. Otros se acercaron y no pudieron entrar”. Belén cuenta que entró en el recinto exterior sin problemas, pero no lo tuvo tan fácil para penetrar en el edificio, custodiado por agentes de la Policía. “Tuve que entrar por una ventana cuya existencia conocíamos, forcejeando con un guardia de seguridad”, explica.

“Lo más emocionante de todo fue que cada vez llegaba más gente con ojeras. Ahora mismo estamos con el corazón encogido. Hasta los políticos de la oposición tuvieron que saltar por la ventana. Es muy triste que estuvieran por primera vez aquí la noche del cierre porque nunca nadie antes los había invitado”, añade.

Aun así, para Belén, el momento más emocionante de la noche fue la ovación a la presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio, Beatriz Garrote, símbolo de la censura y de la manipulación a la que se han visto sometidos los informativos de Canal Nou en los últimos años. El accidente del metro que costó la vida a 43 personas y dejó 47 heridos fue uno de los casos silenciados por los exdirectivos nombrados por el Gobierno de Francisco Camps.

“En la redacción hemos intentado hacer un amago de informativo, pero ha sido difícil porque había muchos rumores sobre cuándo se iba a cortar la señal”. Para Belén, el “héroe anónimo” de la noche ha sido Paco Signes, o Paco Telefunken, el técnico contratado para cortar de madrugada las emisiones que finalmente se ha negado en redondo a apretar el botón.

Uno de los momentos más tensos fue la llegada de los enviados del Gobierno valenciano. “De repente, reconocimos a unos señores que nadie sabía quiénes eran y vimos que eran los liquidadores nombrados por el Consell. En ese momento, decidimos hacer guardia en control central para evitar el corte de la señal”.

Belén cuenta que Signes estuvo “encerrado en un cuarto. Al final salió y se negó a cortar la señal en directo. Esto fue muy emocionante. Si Berlanga levantara la cabeza…”.

“Hemos salido entre aplausos, muy tristes porque dejamos la empresa en la que hemos trabajado durante años y, sobre todo, la radiotelevisión pública de todos los valencianos”, relata Belén.

En su opinión, “se han hecho muy mal las cosas”. “Estamos consternados”, resume. “Ahora mismo [las 14.00 horas del viernes], solo queda dentro del edificio gente de administración para el papeleo y la burocracia. Sabemos que no vamos a volver, nos hemos ido de forma pacífica”, subraya.

Belén está “segura” de que los partidos de la oposición reabrirán Radiotelevisión Valenciana si se produce un vuelco electoral en los comicios autonómicos de 2015, pero también tiene la certidumbre de que el actual Ejecutivo del PP “privatizará el servicio en este año y medio que queda, se lo dará a productoras”.