Una 'marea negra', creada por el despliegue de sacos de basura negros, ha teñido del color del chapapote la escalinata de la compostelana Praza da Quintana, preludio de las manifestaciones que tendrán lugar este domingo, coincidiendo con undécimo aniversario de la histórica movilización en la capital gallega bajo los paraguas y el grito de 'Nunca Máis'.

Estudiantes universitarios impulsaron esta 'performance', que también tenía un objetivo: sumar a los transeúntes a esta protesta, que fue silenciosa. Así, lograron llamar la atención de los pocos turistas que, a esas horas, paseaban por la fachada este de la Catedral compostelana, conocida porque alberga la Puerta Santa, la cual sólo se tira abajo en los años jacobeos y conduce directamente al deambulatorio y reliquias apostólicas.

Cuando sonaban las campanadas de la catedral, a mediodía, por la plaza apenas había un grupo de escolares que disfrutaban de un recreo al aire libre entre las piedras, niños que cuando sucedió la catástrofe medioambiental todavía no habían nacido. Sin embargo, alguno reconoció la consigna de 'Nunca Máis' al leerla.

Luciana Rocha, italobrasileña, cumplió las expectativas de los organizadores al sumarse a la protesta con uno de los carteles. "Es muy bello que los estudiantes universitarios hagan esto; son nuestro futuro, el futuro del mundo", ha manifestado, en conversación con Europa Press, esta peregrina que, mientras se sumaba a la protesta, fue fotografiada por otras dos amigas, italianas, con las que ha hecho el Camino.

"No es justa", aseguró, asimismo, al respecto de la sentencia Luciana Rocha, quien ha explicado que ella conoció hace once años lo que había pasado, como se supo en "todo el mundo". "Fue un drama para las playas", comentaba otro chico a su pareja, también en italiano, mientras los jóvenes teñían simbólicamente los peldaños que comunican la plaza y uno de los edificios más emblemáticos de la plaza, la Casa da Parra.

"el desacuerdo se palpa en la sociedad gallega"

Xavier, uno de los estudiantes que ha participado en esta acción, ha destacado, en declaraciones a los medios, que el fin de esta actuación era "poner de manifiesto el desacuerdo que se palpa en la sociedad gallega con el juicio del Prestige, por como se llevó adelante y por quién se sentó en el banquillo, y por la sentencia final".

"Queremos mostrar una vez más que somos nosotros, la gente que está en la calle, los que nos estamos moviendo, como se hizo hace once años, y que parece que sólo nosotros estamos preocupados y tratando de movilizar a la gente", ha apuntado. Así, ha considerado que "la mayor parte de la gente no puede estar contenta" con que esta catástrofe se salde "sin culpables".

Sobre la manifestación del domingo, que discurrirá en las ciudades gallegas bajo el lema 'Contra o esquecemento, a impunidade e pola dignidade do pobo galego —contra el olvido, la impunidad y por la dignidad del pueblo gallego—', este estudiante ha confiado se sume mucha gente, aunque reconoce que es "complicado" conseguir que se repita la movilización del 1 de diciembre de 2002, que aglutinó en la capital gallega a unas 200.000 personas.