Los seis detenidos en la mañana de este miércoles en la vivienda de la que han desahuciado a una mujer han sido puestos en libertad acusados de desórdenes públicos, si bien uno de ellos, la sobrina de la afectada, denunciará maltrato policial, han explicado fuentes del colectivo Stop Desahucios.

El desalojo de la vivienda de Elisabeth Sanlés terminó con seis detenidos, dos hombres y cuatro mujeres, en una actuación con un importante despliegue policial, con hasta quince furgones de antidisturbios.

Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado abrieron el portal con unas cizallas y después la puerta del piso de Sanlés con una rebarbadora, y una vez centro detuvieron a los activistas de Stop Desahucios, acusados de "desórdenes públicos".

El portavoz de la plataforma, Héctor Tejón, se ha mostrado contrariado por la acusación final, que ha conocido en torno a las 14.00 horas cuando sus compañeros quedaron libres, porque le choca que se puedan cometer "desórdenes públicos dentro de una vivienda privada".

Entre los detenidos estaba una sobrina de Sanlés, Ainhoa Díaz, que se había encadenado por la ventana a su tía para evitar que la pudiesen desalojar, pero, según ha reconocido Tejón, la policía la trató con "demasiada fuerza" hasta que logró romper la cadena.

Tras su puesta en libertad este mediodía en el cuartel de Lonzas, ha mostrado "un brazo izquierdo totalmente amoratado", con contusiones que se produjeron, según sus indicaciones, cuando la agarraban para intentar cortar la cadena o soltarla. Por ello ha previsto acudir a urgencias, donde solicitará un parte médico de lesiones para, posteriormente, cursar una denuncia contra la policía.