El alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), ha vuelto a defender este lunes su propuesta de subir dos euros la entrada de la Alhambra para financiar el mantenimiento del barrio del Albaicín, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, mientras que la directora del patronato que gestiona el monumento, María del Mar Villafranca, ha insistido en que la propuesta, tal y como está formula, es "inviable".

A preguntas de los periodistas durante la presentación del nuevo tren turístico que conectará la ciudad y la Alhambra, la directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife ha mantenido que existen "otras muchas fórmulas" para conseguir fondos para el Albaicín, aludiendo a la posibilidad de que el Ayuntamiento invierta en este fin lo que cobra en concepto de IBI en esta zona de la ciudad.

Así, y aunque se ha mostrado dispuesta a negociar otras medidas, ha subrayado que la propuesta municipal, tal y como está planteada, es "inviable" porque ni la Ley de Hacienda ni los estatutos de la Alhambra lo permiten.

"No voy a entrar en una polémica con el alcalde por este tema porque, a lo mejor, como él dice, hay aspectos que pueden hablarse y negociarse", ha dicho Villafranca, quien ha insistido en que no se trata de "transferir los problemas de unos a otros sino de ponerse de acuerdo", pues "cuando los fines son buenos" siempre hay "un camino por recorrer".

Interrogado por la posibilidad de que esos dos euros de subida sea repercutido en los hoteles, como ya ocurre en otras ciudades españolas, Torres Hurtado lo ha considerado posible, recordando que en la factura estos establecimientos incluyen un impuesto autonómico turístico.

No obstante, ha defendido que "aquí de lo que se trata" es que de sean los visitantes de la Alhambra los que asuman este asunto, pues, según ha precisado, la propia declaración de Patrimonio de la Humanidad prevé "que la generación económica del patrimonio se debe reinvertir en el patrimonio".

Además, ha defendido que su propuesta "no repercute en la Alhambra", pues "no se trata de quitarle lo que ya está cobrando" por la entrada, sino de aumentar el precio en la citada proporción para poder ejecutar en el Albaicín un "buen trabajo de rehabilitación".