Dos vecinos de la comarca burgalesa de Las Merindades de 24 (C.A.G.) y 45 años (J.A.P.A.) han sido detenidos en la denominada Operación 'Farolas' como presuntos autores de un delito consumado de hurto y otro en grado de tentativa, al sustraer cableado de cobre del alumbrado público, 2.600 metros en total.

Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado de prensa recogido por Europa Press, con esta operación se ha logrado desarticular un "grupo delictivo muy activo" que sustraía el cobre del alumbrado público en la comarca burgalesa.

Al parecer, en los tres últimos meses se habían observado una serie de robos y hurtos de cable de cobre perteneciente al alumbrado urbano de calles, urbanizaciones y polígonos industriales, del Valle de Mena y Medina de Pomar.

El Equipo de Policía Judicial de Medina de Pomar inició una investigación y unas inspecciones oculares que llevaron a la identificación de dos personas quienes, en horario nocturno y utilizando un vehículo de su propiedad, recorrían las localidades, urbanizaciones y polígonos industriales de los municipios ubicados en la comarca de Las Merindades en busca de sitios aislados, poco transitados en los que poder sustraer el cable fácilmente y minimizando los riesgos.

Las vigilancias y "seguimientos discretos" a los que se sometió tanto al vehículo como a los sospechosos permitió la detención de uno de ellos, que fue sorprendido de madrugada cuando se ausentaba apresuradamente de una urbanización, donde tenía estacionado el vehículo. Este hombre portaba un destornillador que pretendió ocultar cuando fue interceptado. Horas más tarde era detenido el segundo componente del grupo.

En el garaje de la vivienda de uno de los detenidos se ha recuperado más de 2.600 metros de cable de cobre enfundado y en este lugar se ha comprobado que se realizaba el limpiado del cable para facilitar su venta.

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Modus operandi'

Según han relatado las mismas fuentes, los ya detenidos actuaban siempre aprovechando la nocturnidad en zonas aisladas o poco frecuentadas y de madrugada se desplazaban en su vehículo que estacionaban en zonas alejadas de los objetivos.

Elegida la calle, levantaban las tapas de las arquetas de las farolas, cortaban el cable y tiraban de él, enrollándolo y dejándolo dentro de las arquetas para no levantar sospechas, "repitiendo la operación las veces necesarias". Horas más tarde volvían al lugar y recogían el botín que era trasladado a un garaje, "donde se procedía a la separación del plástico, para ser transportado a otra provincia donde era vendido".

"La operación ha permitido desarticular una banda muy activa, que actuaba en Las Merindades causando un elevado perjuicio económico a los ayuntamientos motivado por la reposición del material", han reconocido las mismas fuentes. La investigación sigue abierta tendente al esclarecimiento de otros casos que puedan tener relación.

Las mismas fuentes han resaltado el apoyo de Grupo ROCA y UOPJ de la Comandancia en la investigación, que ha sido coordinada por el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Villarcayo.