La subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz, ha afirmado que la investigación policial sobre los presuntos abusos sexuales y laborales que han sufrido 30 mujeres extranjeras en el municipio de Laluenga, en la Comarca del Somontano, "no está cerrada". Ha dicho que "se sigue investigando, porque a veces una situación puede llevar a otra y son complejas las actuaciones delictivas que se pueden dar no sólo en este sino en cualquier caso".

Lacruz ha hecho estas declaraciones coincidiendo con la celebración este jueves en Huesca de unas jornadas sobre la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, en las que ha participado la directora general del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Pilar Argente, quien ha desmentido que las mujeres maltratadas en Laluenga hayan sido atendidas en el Instituto.

Ha indicado que "cuando una mujer viene, nosotros le damos asistencia pero estas mujeres no han venido ni han sido derivadas a nuestros servicios. Cuando hay violencia y si necesita una atención, prestamos esa atención a todo tipo de mujer".

JORNADAS

En las jornadas, organizadas por la Subdelegación del Gobierno y el Instituto Aragonés de la Mujer, Pilar Argente ha dado a conocer que el perfil de la mujer víctima de trata es el de una persona de entre 18 y 25 años, que normalmente se encuentra en una situación administrativa irregular y procede de Rumanía, Paraguay, Uruguay o Nigeria.

Argente ha apuntado además que según el cuarto informe del Plan Integral contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, las 40 ONG que colaboran en toda España en esta materia han contactado con 34.000 víctimas y han atendido a 5.898, de las que 1.300 se han identificado como víctimas de trata y han realizado 192 denuncias, 13 de las cuales correspondían a menores.

INVESTIGACIÓN

La Guardia Civil ha detenido en la localidad oscense de Laluenga, en el marco de la Operación 'LAGA' al matrimonio formado por L.J.G., de 85 años, R.O.O., de 83 años, y también a J.A.C.G., de 70 años, y V.A.L.M, de 58 años.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de octubre. Se ha podido constatar que, desde el año 2009, en la vivienda de los ancianos podrían haber trabajado más de 30 mujeres para hacer tareas de servicio doméstico y asistencia a un matrimonio de avanzada edad.

Posteriormente, los agentes identificaron a dos vecinos de la localidad altoaragonesa de Barbastro responsables de buscar y trasladar a las mujeres hasta la vivienda del matrimonio donde finalmente quedaban alojadas.

Las empleadas se quedaban alojadas en el domicilio de los ancianos donde eran encerradas sin poder salir, ni mantener prácticamente contacto con el exterior, llegando a romper sus teléfonos móviles y siendo sometidas a situaciones que atentaban gravemente a su integridad física y psicológica.

Como castigo las dejaban sin comer, les impedían el aseo y las amenazaban con ser denunciadas si no accedían a las pretensiones por parte del anciano, llegando incluso a agredir sexualmente de una de ellas.