La 'grapo' Encarnación León, detenida en Santander en 1992, abandona la cárcel de Murcia

Allí conoció a su novio, el etarra Oskar Cadenas, condenado a 36 años por el atentado contra un joven que resultó herido en 1991
La 'grapo' Encarnación León abandona la cárcel de Campos del Río en un vehículo
La 'grapo' Encarnación León abandona la cárcel de Campos del Río en un vehículo
EUROPA PRESS
La 'grapo' Encarnación León abandona la cárcel de Campos del Río en un vehículo

La integrante de los Grapo Encarnación León Lara, ha abandonado este miércoles la cárcel de Murcia, en la que ha pasado los últimos años de los casi 21 que ha permanecido en prisión desde que fue detenida en Santander en 1992 tras el asalto a un furgón blindado en el aparcamiento del hipermercado Pryca.

Mientras ella recupera su libertad, su novio, el etarra Oskar Cadenas Lorente, seguirá esperando en el centro penitenciario de Murcia donde se conocieron, han informado a Europa Press fuentes conocedoras de su situación.

Encarnación León es una de la cuarentena de terroristas que abandona la cárcel tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo que derogó la doctrina Parot.

Miembro del Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO), León ha abandonado esta tarde la prisión de Campos del Río de Murcia, donde se encontraba desde diciembre de 2010, proveniente de la de Valencia II, tras hacerse pública esta mañana la decisión de la Audiencia Nacional de excarcelar a nueve miembros de ETA y tres grapos.

Unas cinco horas después, se ha hecho efectiva la puesta en libertad de León, que ha abandonado la cárcel de Campos del Río en un vehículo blanco, acompañada de dos personas y escoltada por familiares y amigos en la autovía por otros dos vehículos.

A la puerta de la prisión les ha estado esperando a lo largo de la mañana un grupo de diez personas entre amigos y familiares, algunos con las caras cubiertas con bufandas, que iban en dos coches, y que han increpado a los medios de comunicación, a quienes han explicado, posteriormente, que ayer, cuando ya esperaban la salida de Encarnación León, "un grupo de fascistas les agredió".

La integrante de los Grapo, que ha salido desde el propio parking del centro penitenciario ya en vehículo, fue detenida el 5 de diciembre de 1992 en Santander, en una operación en la que resultó herida de bala, y tras la que estuvo ingresada en el Hospital Valdecilla.

Fue condenada a un total de 98 años, 5 meses y 21 un días por diversos delitos relacionados con la actividad de los Grapo, entre ellos un asesinato. 'Encarni', como se la conocía en la banda terrorista, es sevillana y tiene 54 años. Tras pasar por varias cárceles, en 2010 llegó a la prisión de Murcia, donde conoció a su pareja, el etarra Oskar Cadenas.

Oskar cadenas

Cadenas Lorente nació en San Sebastián, concretamente en el barrio de Amara de donde han salido otros históricos militantes de ETA como José Ignacio De Juana Chaos. Pero el curriculum de Cadenas —a quien también se le aplicó la 'doctrina Parot'— no es tan extenso como el del que fuera integrante del 'comando Madrid'.

Llegó a España el 18 de febrero de 2000 tras ser extraditado por las autoridades mexicanas. Arrestado en 1996, vivía al menos desde 1992 en la ciudad azteca de Toluca, según los datos recogidos por Europa Press. En febrero de 1990 se había integrado en el 'comando legal' de ETA denominado 'Ipar Haizea' (viento del Sur), que realizaba labores de apoyo al grupo de liberados —fichados por la Policía- 'Donosti'.

En 2001 la Audiencia Nacional le condenó a 36 años de cárcel por el atentado cometido el 10 de enero de 1991 en el barrio donostiarra de Loyola contra el joven de 20 años Ignacio Lago San Juan, que resultó herido. Por esta acción también fueron condenados los terroristas José Ignacio Echebarria Pascual, María del Amor Sagastume y José Arizmendi Oyarzábal, compañeros suyos en el 'comando Ipar Haizea'.

La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) presentó en abril de 1996 una querella en la Audiencia Nacional contra él por su presunta implicación en el secuestro de José María Aldaya. Se le acusaba de haber enviado a los cabecillas de ETA una información en la que proponía el secuestro del empresario vasco. Se le acusó también de haber prestado su vehículo para el asesinato del capitán de Infantería retirado Ignacio Urrutia Bilbao, el 28 de junio de 1990, en San Sebastián.

Oskar Cadenas Lorente trató de evitar su entrega a España y pidió asilo político a las autoridades de México. El etarra recibió el apoyo del Partido de la Revolución Democrática, que llegó a enviar una carta al entonces ministro de Asuntos Exteriores mexicano, Ángel Gurria. Alegaban que la detención de Cadenas se realizó a partir de una solicitud provisional "en la que se le acusa, sin pruebas, de haber incurrido en asesinato frustrado y estragos".

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