La autora Clara Sánchez asegura que escribe para no sentirse "un bicho raro" y "para no estar sola", ya que la actividad literaria es una forma de "compartir los sentimientos con los demás".

Así lo ha explicado la autora —natural de Guadalajara, afincada en Madrid pero que ha pasado varias etapas de su vida en la Comunitat Valenciana— durante la presentación en Valencia de su obra 'El cielo ha vuelto', ganadora del Premio Planeta 2013. Al acto ha asistido también la finalista del galardón por 'El buen hijo', la guionista y exministra de Cultura Ángeles González-Sinde.

La historia ganadora está protagonizada por Patricia, una joven modelo de pasarela cuya vida parece marcada por el éxito, pero que en un vuelo de trabajo conoce a Viviana, su extraña compañera de asiento, que le advierte que tenga cuidado porque alguien de su entorno desea su muerte.

La peripecia, ha incidido la autora, es solo una manera de conseguir que "ni escritor ni lector se aburran a la mitad" pero lo realmente importante es "el tono" de la historia, que en esta ocasión es "esperanzador y de lucha por la lucidez". "Para mí una novela es como un libreto de ópera, sirve para sostener la voz y contar cosas que no pueden decir en una sobremesa", ha agregado.

En 'El cielo ha vuelto', que Sánchez define como "una fábula", reflexiona de nuevo sobre un tema que, según ha reconocido, está en todos sus trabajos: el de la "vampirización emocional".

"VAMPIRIZACIÓN"

"Cuando amamos a alguien le proporcionamos un arma porque le damos la posibilidad de que nos colonice" por lo que ha considerado que para "ser libre hay que alcanzar la independencia sentimental". Igualmente, ha agregado que esta "vampirización" puede venir también de otros ámbitos, como el político o el económico.

La novelista se ha mostrado encantada de lograr el Planeta con una larga y reconocida trayectoria: "Me ha llegado en el momento justo, en una etapa en la que lo que quiero es hacer lo que me dé la gana en literatura". En este punto, ha reconocido que la dotación económica que contempla el galardón también es importante porque da "libertad para seguir escribiendo".

En términos parecidos se ha manifestado Ángeles González-Sinde, para quien el Planeta es una fórmula de "libertad" —"un bien muy preciado para cualquier creador que a veces se nos escapa de las manos", ha apuntado— y de difusión de su obra, ya que, además de su trabajo en cine, es responsable de cuatro obras infantiles que no son muy conocidas y que le gustaría que llegaran al público, ha admitido.

"el territorio de las pequeñas acciones"

La exministra ha logrado ser finalista con 'El buen hijo', un relato que se mueve "voluntariamente en el territorio de las pequeñas acciones cotidianas" para plantearse "cómo se defiende el bien del mal", ha señalado.

Un hombre de 37 años, Vicente, que sigue compartiendo vida y negocio con su madre y que quiere que todo cambie, aunque no sabe cómo hacerlo es el hilo conductor de este libro.

Sinde ha hecho notar que "en tiempos críticos y difíciles es muy difícil ser bueno". "En una huelga como la de las basuras vivida en Madrid o en una situación como la de Canal 9, tienes que tomar cada día tantas decisiones morales que, realmente, es heroico, simplemente ser un ciudadano común en determinados contextos", ha apostillado.

No obstante, ha manifestado que ser bueno es "una decisión moral" que incluye "un compendio de virtudes", entre las que ha destacado la inteligencia.