El herido por el botellazo del chupinazo dice que las consecuencias de sus lesiones han sido "muy traumáticas"

El joven madrileño que resultó herido muy grave tras recibir un botellazo en la cabeza en el chupinazo de Sanfermines de 2010 ha relatado este miércoles en el juicio por estos hechos las consecuencias de las lesiones que sufrió y ha calificado de "muy traumáticas" las limitaciones que le han generado en su vida diaria.

El joven madrileño que resultó herido muy grave tras recibir un botellazo en la cabeza en el chupinazo de Sanfermines de 2010 ha relatado este miércoles en el juicio por estos hechos las consecuencias de las lesiones que sufrió y ha calificado de "muy traumáticas" las limitaciones que le han generado en su vida diaria.

El joven José Carlos Arranz ha indicado que ha necesitado de rehabilitación para volver a andar y para mover el brazo y la mano derecha, y que ha tenido que recurrir a logopedia, a acupuntura y a medicina natural. Ha explicado que tiene limitaciones para hablar y necesita ayuda para lavarse, peinarse o escribir, y no tiene tacto.

Según ha recordado, cuando se produjeron los hechos él estaba situado en una esquina de la plaza del Ayuntamiento y ha afirmado que recuerda el impacto de la botella en su cabeza, pero que no la vio.

Arranz ha dado su testimonio en la segunda jornada del juicio que comenzó el pasado lunes contra trece personas acusadas por los altercados producidos minutos antes del chupinazo de los Sanfermines de 2010.

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