A los cubanos les preocupa la influencia de los videojuegos

  • Cuando el mundo entero está pendiente de la salud de Fidel Castro, los diarios locales cubanos recogen artículos que tratan sobre la mala influencia de los videojuegos.
  • Según el periódico oficial Juventud Rebelde, lo que más debería preocupar a los cubanos es la proliferación de juegos de rol como World of Warcraft o Second Life.
Cuba no es ajena al fenómeno de los videojuegos, según reconoce hoy un diario oficial, que advierte sobre sus "efectos nocivos" y considera que "no siempre trasmiten un mensaje de acuerdo con los valores de la sociedad cubana".

El periódico oficial "Juventud Rebelde" señala que "es su abuso" lo que convierte esta distracción en "una amenaza latente para la estabilidad emocional de cualquier joven".

Recuerda que la presencia de los videojuegos en la isla se remonta a principios la década de los noventa, a través de los "ataris", y que en la actualidad llegan desde el extranjero o se descargan de internet.

"No es difícil encontrar hoy en las computadoras personales y hasta en las instaladas en centros de trabajo y otras instituciones, multitud de videojuegos que complacen casi todos los gustos", agrega.

Subraya que en la actualidad los videojuegos vuelven a estar en el centro de muchas discusiones, por los efectos nocivos de algunos de ellos que "en muchas ocasiones fomentan la violencia, el racismo o la xenofobia" y "también pueden obsesionar a los jugadores hasta provocarse la muerte ellos mismos".

Asimismo apunta que "lo más preocupante es que en los últimos tiempos, y con la extensión de la conexión a Internet en muchos países, se han puesto de moda los "juegos de rol" como World of Warcraft o Second Life, que explotan la fantasía de convertir en héroe de un mundo imaginario al jugador o darle una segunda vida".

Reconoce que por un lado, el videojuego "favorece el aprendizaje y crecimiento del niño o adolescente al obligarlo a superarse a sí mismo, buscar nuevos conocimientos y ganar en concentración", pero considera que también "lo enajena del mundo real, lo aparta de la sociabilidad necesaria de su edad y trastoca su individualidad".

Critica a los padres que cada vez con más asiduidad utilizan la computadora como si fuera una "nana virtual" fomentando el hábito en sus hijos "sin detenerse a pensar bien en lo que juegan o calcular los riesgos para la salud" derivados del uso continuado de ese equipo.

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