Para ello se utilizó una grúa de gran tonelaje venida desde Benissa, que logró levantar el barco para su traslado al desguace en un rescate sencillo.

Los presentes y el propietario del barco, Juan Sala, se mostraron nerviosos, debido a que los daños y pérdidas le costarán unos 10.000 euros, pues los ladrones «se lo han llevado todo, incluso un convertidor de energía».

Juan aseguró a 20 minutos que sólo podrá salvar el mástil, que colocará «en el terreno de la casa de un amigo». Y se resignó a que si puede aprovechar algo más de la embarcación se construirá otro «como el de Chanquete».