«Es el descubrimiento musical más importante de los últimos años», dicen los que la conocen. Y estuvo a punto de quedarse en algún escalón de los tantos que tienen que subir los cantantes antes de ser solista famosa o voz de los Mojo Project.

Desde muy pequeña, su talento musical era evidente, y  lo aprovechó. En los noventa participó en un montaje de La Fura dels Baus y  en la banda sonora de la película Km. 0.

También probó las discotecas y el ambiente house. Tras tocar todos los palos, tras beber de prácticamente todas las fuentes musicales, ahora ya tiene disco, Mi niña Lola en la que también tiene un hueco especial el flamenco, condensado en la guitarra de Niño Josele.

* Teatro Calderón. Mañana. 20.30 horas. De 8 a 24 euros.

Cantar como terapia

Esta cantante es un terremoto para la que cantar es una terapia que la hace olvidar todo lo malo que la rodea. Además, reconoce que, para ella, no existe ningún estilo, sólo canciones y cosas que contar. A pesar de todo, reconoce que le gusta el flamenco porque es el estilo que más le hace sentir y que le acerca al jazz, con el que ha nacido y vivido durante su infancia.