Pero estalló una guerra y el príncipe partió a defender su reino. En pocos meses, su esposa tuvo gemelos. Pero sus envidiosas hermanas metieron a los bebés en una cesta y la lanzaron al río, corriente abajo. A la pobre princesa le dijeron que sus hijos habían nacido muertos y la encerraron en una torre.
Los pequeños fueron recogidos por unos agricultores, pero como eran muy viejos pronto murieron y los pequeños quedaron abandonados hasta que encontraron a un hada. El hada les dijo que tenían que encontrar al pájaro de oro, pero antes tenían que estar una noche agarrados a la hoja de un ciprés. Los pequeños pasaron tanto miedo que estuvieron a punto de desistir pero... al alba, el pájaro de oro apareció y les condujo a palacio. Allí el príncipe les contó la verdad y liberaron a la princesa. Pero no fueron felices hasta que desaparecieron de sus vidas las envidiosas hermanas, que vagaron para siempre sin encontrar el amor verdadero.
Aunque no tengamos todo lo que deseamos, tenemos que estar contentos con lo que nos ha tocado vivir. ¡Vive feliz, sé feliz!
Próximo viernes: 54/La isla de Orado
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