El Arzobispado de Toledo tendrá un presupuesto "aminorado", que rondará los 10,5 millones, en el año 2014 y seguirá congelando las nóminas de los aproximadamente 500 sacerdotes pertenecientes a la Diócesis, según ha explicado este viernes el ecónomo Diocesano, Anastasio Gómez Hidalgo.

En una rueda de prensa, junto al arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, Gómez Hidalgo ha señalado que esa es la propuesta de presupuesto que se ha enviado desde el Arzobispado al Consejo de Asuntos Económicos, que tendrá que ser aprobado por el Obispo y su Consejo de Economía, y que refleja "una caída drástica en los ingresos de casi un millón de euros".

Tal y como ha asegurado, las perspectivas es que en 2014 estén en torno a "10,5 millones de euros" aunque en esa minoración de las cuentas no afectará demasiado a la vida normal del Arzobispado de Toledo ya que "no se prevén grandes cambios" el año próximo, salvo la de terminar el colegio de Santa Clara de Ocaña.

"No tenemos perspectivas de ninguna obra de importancia. Sí las rehabilitaciones y mantenimiento de edificios y la perspectiva de seguir pagando religiosamente a quienes nos prestaron el dinero en 2008 y 2009", ha señalado el ecónomo.

En cuanto al cierre de las cuentas de 2012, ha explicado que fueron "ciertamente equilibradas", aunque con un déficit del 0,53 por ciento, ya que se recibieron 11,6 millones de euros "y se ha sobrepasado ligeramente esa cifra", hasta los 11,7 millones de euros. El Arzobispado de Toledo, además, mantiene una deuda con entidades bancarias de 11,6 millones de euros.