La macrooperación antidroga de los Mossos que ha movilizado desde las 04.00 horas de este viernes a unos 300 agentes, principalmente en el barrio de La Mina de Sant Adrià de Besòs (Barcelona), ha finalizado poco después de las 11.00 horas con un total de 33 detenidos tras practicarse una treintena de registros domiciliarios.

El conseller de Interior, Ramon Espadaler, ha confirmado estos datos, indicando que el grueso del dispositivo, el mayor de toda la historia de los Mossos, según ha asegurado, ha acabado ya, pero ha añadido que no se descartan nuevas detenciones.

La operación policial se ha centrado, básicamente, en el barrio de La Mina de Sant Adrià, fronterizo con la ciudad de Barcelona, y se ha extendido al de la Zona Franca de la capital catalana, aunque ahí ha tenido una menor intensidad.

El conseller no ha precisado qué tipo de drogas ni de qué cantidades se han incautado los policías en los 29 registros domiciliarios que se han realizado, al estar el caso bajo secreto de sumario. Fuentes de los Mossos han señalado que en los registros se ha decomisado sustancias como heroína, cocaína y hachís.

Espadaler ha reafirmado en su discurso durante la inauguración del año académico 2013-2014 del Instituto de Seguridad Pública de Cataluña (ISPC), su apoyo al cuerpo de la Policía catalana y también a los Bomberos de la Generalitat.

"Tenemos mucha confianza (en los Mossos) y estamos recibiendo muchas muestras de apoyo, algunas más explícitas y otras menos vistosas de muchos ciudadanos que confían en el cuerpo", ha reafirmado el conseller, tras la manifestación convocada el jueves en Barcelona contra la impunidad y "abusos" policiales.

Fuentes policiales explicaron que los agentes han irrumpido simultáneamente en una veintena de domicilios de distintos bloques del barrio de La Mina para evitar que los miembros del grupo se avisaran entre sí y destruyeran la droga antes de la entrada de la policía.

Los Mossos han procedido también a cortar los accesos a algunas calles de la Mina, donde se han apostado furgonetas del cuerpo y agentes que iban fuertemente armados.

Algunos vecinos han comentado que hace años que no se desarrollaba en este barrio de la periferia de Barcelona una operación policial de la magnitud de la que llevan a cabo este viernes los Mossos d'Esquadra.

El Tío Chato, el patriarca del vecindario de etnia gitana que ha vivido la batida de los Mossos d'Esquadra, ha negado la existencia de "ningún clan" organizado dedicado al tráfico de drogas. "Amigo personal" de Vicente, uno de los presuntos líderes del entramado, ha querido subrayar que se trata de un hombre "muy enfermo" que vive "de las sobras" y de "la caridad".

Demasiado "bombo y platillo", ha lamentado, en alusión al fuerte despliegue policial, porque en realidad en estas casas sólo se dan intercambios aislados de cocaína. "Como en cualquier barrio de Barcelona, aquí también hay toxicómanos que compran cinco papelinas, se quedan dos o tres y venden el resto". "El lunes todos estarán en casa", ha pronosticado.