Cochina, guarra, horrorosa, sucia, deplorable, fatal, asquerosa, terrible, vergonzosa y desastrosa: son las palabras que más se escuchan este jueves en Madrid en la décima jornada de huelga indefinida de limpieza y un día después del ultimátum del Ayuntamiento, que muchos ciudadanos consideran que llega "tarde".

El plazo de 48 horas que anunció este miércoles la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, para resolver el conflicto, con la alternativa de encargar a la empresa pública Tragsa el cumplimento de los servicios mínimos, ha llegado "tarde", en opinión de los ciudadanos, que tildan a todas las partes implicadas en la huelga como "insensibles" con los ciudadanos. A su juicio, la zona centro "no da tan mala impresión", en comparación con Chueca, barrio que les pareció "desastroso".

Por otro lado, una joven búlgara, que cree que el "ultimátum" es una "vergüenza", argumenta que las zonas más turísticas de la capital de España están "peor", sobre todo, "donde hay colegios y en San Bernardo".

En la Plaza de España, una señora "de Madrid, de toda la vida" achaca la situación a la gestión del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y de "los de izquierdas", que, según dice, llenan las papeleras y provocan la "mala imagen" de la capital.

Sobre la decisión de Botella, opina que la alcaldesa "habrá sopesado los pros y los contras", con el fin de "presionar" a los trabajadores y que éstos se mantengan "calladitos".

Desde Toledo, donde "estas cosas no pasan -comentan-", se han desplazado un grupo de "futuros abogados", quienes califican de "asco y vergüenza" que el distrito de Moncloa esté "llenísimo de basura".

Sin embargo, no todos exponen su insatisfacción: una turista polaca afirma que Madrid es "precioso" aun con las calles inundadas de desperdicios; y una alemana reivindica la "belleza oculta" tras la suciedad.

Además, un hombre de avanzada edad culpa a las cámaras de los medios de comunicación de "grabar sólo la basura", cuando la Gran Vía está "reluciente", en su opinión.

"Ana Botella nos ha llevado a este asco, debería dimitir", espeta un hombre, mientras se despega un chicle de la suela del zapato y tira un cigarrillo al suelo. Carabanchel está "fatal", apostilla su pareja, antes de recordar que "los madrileños pagan unos impuestos para recibir unos servicios de calidad".

En Callao, un estudiante de Ciencias Políticas reprocha a la alcaldesa de Madrid que no haya lanzado el ultimátum "con más apremio", lo que la convierte, según él, en "la peor" dirigente que puede tener una ciudad, porque su gestión es "bastante deplorable".

Entre la acumulación de restos de comida y los vagabundos buscando alimentos, una joven que vive en la calle Comercio lamenta, con una dosis de sarcasmo, "el festival tan bonito" que tiene que presenciar cada mañana.

Además, una pareja señala a Botella como "única culpable", por el problema con las "contratas" privadas.

Un apenado taiwanés compara el "reciclaje extremo" de su país con la "lástima" que le produce la "privatización" de los servicios, que han ocasionado la "terrible" huelga de limpieza, según explica.

"Ciudades como Madrid son tan avanzadas, que esto no debería suceder", afirman, al tiempo que defienden que el Ayuntamiento debería "velar por la imagen" de la capital.

A unos metros, una madre y su hija discuten sobre qué zonas de la capital están en peores condiciones. Mientras la hija expresa su desagrado por la "guarrada" que está hecho el barrio de Vallecas, la madre cree que "da muchísimo más asco" el centro.

Al final, ambas suspiran: "Madrid ya está suficientemente contaminado por políticos que hacen las cosas tarde y mal, como para que los encargados de adecentar la ciudad físicamente se pongan en huelga".

Por otro lado empresas concesionarias de la limpieza viaria de Madrid han asegurado este jueves a través de un comunicado conjunto que en la licitación presentada al Ayuntamiento "no contemplaban el Expediente de Regulación de Empleo (ERE)".

"Las ofertas presentadas en la licitación para el servicio de limpieza viaria y jardinería del municipio de Madrid no contemplaban la realización de ERE", por lo que, en consecuencia, "el Ayuntamiento de Madrid no conocía la aplicación de este tipo de medidas laborales".

Las concesionarias han hecho la puntualización tras las manifestaciones erróneas de un portavoz externo de las empresas y que responden al "desconocimiento del proceso de licitación".

Las empresas, asimismo, han reiterado su voluntad de "negociar una solución que permita poner fin a la huelga y asegurar la sostenibilidad del servicio de limpieza". Dicen que están abiertos "todos los cauces de diálogo y negociación para alcanzar un acuerdo lo antes posible".