El consejero de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, ha insistido este jueves en la idea de la búsqueda de "consensos" respecto a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) impulsada por el Gobierno estatal, al considerar en relación a éstos que en la tramitación de la normativa "se han roto todos".

Durante su intervención en el Parlamento andaluz tras una pregunta realizada por el Grupo Socialista, en la que se cuestionaba al responsable autonómico por los resultados de la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado convocada a instancias de partidos y varias CCAA con la Lomce sobre la mesa, Alonso ha recordado la presentación de enmienda a la totalidad y el compromiso "sin precedentes" de que la ley se cambiará si el PP pierde la mayoría absoluta.

El consejero de Educación, Cultura y Deporte ha insistido en la "ruptura" del consenso con la comunidad educativa, "que pide y exige el cambio de la ley", y con la Constitución, al "atentarse" contra el principio de igualdad. Asimismo, ha incidido en el desacuerdo entre administraciones, principalmente derivado del carácter "compensatorio" de la educación de que la Junta hace gala, por el cual "no preguntamos a nadie cuál es su cuna o dónde vive geográficamente", y ha aludido a una posible invasión de competencias en el ámbito de la evaluación.

Por su parte, el diputado del PSOE Francisco Menacho ha mostrado su beneplácito a las palabras del consejero, aduciendo no obstante que "la realidad es que la ley sale" a pesar de las "interesantes" propuestas que la administración andaluza realizó para el consenso, de las que "no se ha tomado nada en cuenta".

Al contrario, "la ley se endurece aún más, favoreciendo a la educación privada en detrimento de la pública", ha señalado Menacho, recordando la disposición transitoria promovida para facilitar el concierto de los centros de educación diferenciada por sexo —a lo que la Junta se seguirá negando— y manifestando que el prorrogado calendario de aplicación "no es el problema más importante, sino la ley en sí, que se quiere imponer deprisa y corriendo".