El sindicato UGT de Castilla y León ha señalado que el dato del Índice de Precios al Consumo conocido este miércoles supone "en realidad un nuevo encontronazo entre la propaganda del Gobierno y la realidad", y "pone una vez más de relieve que, aunque el PIB trimestral crezca alguna décima en los próximo trimestres, y aunque algunas exportaciones aumenten, la situación que atraviesa la economía española sigue siendo muy preocupante".

En un comunicado, recogido por Europa Press, UGT ha destacado que, con el aumento de los precios en un 0,1 por ciento en tasa interanual sitúa a Castilla y León como la tercera comunidad más inflacionista junto a Murcia y Galicia.

Los datos, según UGT, contribuyen a una situación marcada por la "combinación de deflación, reducción continua de los salarios, precarización creciente del empleo y ausencia de inversiones y estímulos al crecimiento de todo tipo", que, a juicio de UGT, "no son síntomas de recuperación económica, sino de progresivo empobrecimiento de los ciudadanos y de descapitalización del país".

El sindicato ha considerado que muestran que la pérdida de poder adquisitivo que sufre la población española "impedirá durante mucho tiempo, en ausencia de cambios sustanciales, la recuperación del gasto de las familias".

Para UGT, tanto el dato de Castilla y León, como el nacional, que refleja un descenso del 1 por ciento, son muestra de que la pérdida de poder adquisitivo que han causado las medidas del Gobierno durante los últimos años dificultarán cambios "sustanciales" en los precios y, por lo tanto, la recuperación del gasto de las familias.

Según el sindicato, entre 2012 y 2013 se acumula una "pérdida salarial real" de diez puntos porcentuales y han recordado que, en lo que va de año, la inflación media es del 1,7 por ciento.

Por otro lado, han apuntado que la "pérdida de derechos laborales que ha provocado la reforma laboral" del Gobierno y la "escasa confianza en su gestión" han conformado un panorama de "precarización del empleo e incertidumbre que es incompatible con el consumo y la inversión".

"La única manera de revertir" esta "espiral suicida" es, para UGT, cambiar la política económica, lo que pasa por algunas medidas "imprescindibles" como, en ámbito nacional, la reversión de las medidas laborales y económicas como la reforma laboral y de negociación colectiva de 2012; el fortalecimiento de los sistemas de protección social para que palíen la pérdida de rentas que ha provocado la crisis en la mayoría de los ciudadanos, o introducir una reforma fiscal profunda que sirva para aumentar los recursos públicos y mejorar la justicia de las aportaciones.

En cuanto al ámbito europeo, UGT ha reclamado establecer un calendario de cumplimiento de los objetivos del déficit "más realista" e impulsar un plan de estímulo al crecimiento como el que ha propuesto recientemente el CES.