La Unió señala que las altas temperaturas y falta de lluvias ralentizan la campaña citrícola y bajan los precios

La Unió de Llauradors señala que las elevadas temperaturas y ausencia de lluvias, atípicas para esta época del año, provocan una ralentización en el inicio de la actual campaña y una bajada de precios para los productores.
Naranjas de la Comunitat Valenciana
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GVA
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La Unió de Llauradors señala que las elevadas temperaturas y ausencia de lluvias, atípicas para esta época del año, provocan una ralentización en el inicio de la actual campaña y una bajada de precios para los productores.

En un comunicado, la organización asegura que los precios son más bajos que en el inicio de la pasada campaña, de media un 10 por ciento inferiores en mandarinas y un 20 por ciento en naranjas.

La Unió lamenta que la demanda de cítricos "no está siendo la deseada", ya que sus principales mercados europeos, que asocian la compra de cítricos con unas temperaturas más bajas y la necesidad de consumir para evitar problemas de salud como los resfriados, "siguen sin responder" porque "tampoco hace excesivo frío allí".

Apunta asimismo que, al "faltar horas de frío", los árboles experimentan un retraso en la evolución y maduración de la fruta, especialmente por fuera y también les falta color, aunque por dentro normalmente está buena y con el grado de dulzor adecuado, explican.

Según las mismas fuentes, el hecho de que la fruta madure más tarde provoca que la cosecha se solape con la de otras zonas productoras españolas y otros países donde solían tener ese espacio de mercado, en lo que "normalmente se conoce como cuello de botella en el desarrollo de la campaña".

"los calibres también se resienten"

La Unió asegura que "los calibres también se resienten por la ausencia de lluvias" y advierte que "si no se llega a un calibre ajustado, se hace más complicada la comercialización de la fruta".

Las altas temperaturas y falta de lluvias en el otoño más seco de los últimos 50 años, prácticamente a mediados de noviembre, implican asimismo un aumento de los costes de producción para el agricultor dado que las plagas siguen activas y hay que tratarlas, fundamentalmente la mosca de la fruta.

Según las mismas fuentes, también deben regar más por el mayor efecto de evaporización y esos costes "luego no se pueden trasladar a los precios y por tanto son pérdidas para los productores", que mantienen la esperanza de que "pase como en la pasada campaña, que también comenzó muy mal y acabó mejor después con las variedades de naranjas".

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