El exministro, consejero delegado y vicepresidente segundo de OHL, Josep Piqué, cree que "el sentido común prevalecerá" en el futuro político y económico de Cataluña, y cree que hay que hacer una "tarea política, de todos, entes públicos y privados", con una labor de "seducción" para "conseguir que los catalanes vean España como algo atractivo".

Piqué, que ofreció este lunes en Sevilla una conferencia para presentar el libro 'Cambio de era', fue preguntado por la cuestión catalana, ante lo que considera que "hay una correlación exacta entre la fortaleza o debilidad del proyecto España con la emergencia de los nacionalismos periféricos", y apunta que eso hay que abordarlo "no solo con la política económica sino con la iniciativa y capacidad política".

Para Piqué, la cuestión catalana "pasa por la recepción de la imagen y el prestigio de España y que éste pueda ser percibido por ciudadanos catalanes que en estos momentos no piensa así, y así pueda ser percibida como un proyecto atractivo".

"Después de varias generaciones es verdad que muchos catalanes, más allá de su adscripción política, ven que España es un mal negocio o incluso creen que España nos roba, y como ninguna de esas afirmaciones es cierta, tenemos que trabajar en ese sentimiento para que todos los ciudadanos que puedan tener esa percepción la transformen en el convencimiento de que lo que más le interesa a los catalanes debe ser seguir formando parte de España", ha aseverado Piqué.

A su juicio, este "no es un debate solo circunscrito a la economía, sino que se debe abordar haciendo política", tras lo que considera que "entre todos debemos hacer cada uno desde su ámbito de responsabilidad, los que tienen responsabilidades públicas y los que estamos en el mundo privado también podemos ayudar".

Piqué asegura que él no contempla en el horizonte la independencia y cree que el sentido común "al final debe prevalecer", de forma que agrega que "debe existir un respeto a la ley, a las reglas del juego y a saber que todo se puede plantear desde el respeto a la legalidad, pero nada se puede plantear si no hay ese respeto".

"Hay que acometer una labor de seducción y no basta solo decir a los catalanes qué mal lo pasarían ustedes si tuvieran independencia, sino que hay que lanzar mensajes positivos; hay que actuar de otra manera", ha agregado.

Sobre la actual situación de España, Piqué ha indicado en su conferencia, donde estaba presente el vicesecretario de Política Regional y Autonómica del PP, Javier Arenas, y la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero, entre otros, que el país "está en una crisis económica que está empezando a superar, y aunque hay muchos temas preocupantes, las cosas van mejor".

Indica que España "sufre una crisis económica muy profunda de la que tardará en salir aún" y reconoce que tiene "un problema de un modelo político e institucional", donde "los ciudadanos ponen en cuestión muchas de las instituciones que creamos a raíz de la transición".

Lamenta que "el prestigio y el respeto a la actividad política, los políticos y de las instituciones está bajo mínimos y esa crisis institucional y de representación política tiene entre sus efectos una pérdida de cohesión nacional".

Asimismo, preguntado por el futuro de España, Piqué valora que España "tiene unos activos que otros países europeos no tienen", como es la concesión con el mundo iberoamericano y la oportunidad de acercamiento y conexión con el mundo anglosajón, de forma que ambas "son dos palancas con las que España puede jugar al ser el único país con esos dos elementos".

Piqué cree en el "potencial" de España y en el país que puede jugar en Europa, tras lo que parafraseó al exministro Francisco Fernández Ordóñez, al decir que la política europea de España es hablar los quintos, esto es, dejar hablar a los grandes y después buscar su sitio y situarse".

"Hay que tomar conciencia de que la recuperación del prestigio de España nos permitirá jugar un papel muy importante", ha aseverado Piqué, quien destaca que España "lo ha pasado mal como país pero está demostrando una flexibilidad muy superior a la de otros países en cuando a adaptación a nuevas condiciones y requerimientos".

De esta forma, valora que España "está recuperando competitividad a una velocidad tremenda", por lo que confía en "la capacidad de nuestra gente a la hora de adaptar a las nuevas condiciones; otros países son mucho más rígidos y les cuesta más cambiar". "Nosotros somos más flexibles y lo estamos demostrando, España está saliendo de su círculo vicioso, está empezando a crecer y eso solo es posible hacerlo si somos un países competitivo, y somos cada vez más competitivos", resalta el exministro.

Contexto exterior

En su conferencia, Piqué ha indicado que muchos antiguos conceptos "han quedado obsoletos", de forma que "el centro de gravedad está muy cerca ahora del Estrecho de Malaca", de forma que "se están cambiando valores", y citó países como Singapur, "que junto a ciudades como Hong Kong y Shangai se disputan ser la nueva city, por encima de la londinense o de Wall Street".

"Se ha desplazado el centro de gravedad y Europa ha pedido su hegemonía de los últimos siglos", ha aseverado Piqué, quien hizo un recorrido por los últimos acontecimientos del siglo XX, como las guerras mundiales o la caída del Muro de Berlín de forma que "del desmembramiento de la URSS se generaron 15 países, con países como Rusia o Kazajistan, con gran potencial y recursos".

Considera que en los últimos tiempos "se ha producido el proceso más rápido de desinoccidentalización y se ha pasado de un mundo bipolar a una multipolaridad, con numerosos centros de gravedad geopolíticos".

Asimismo, considera que "se está creando un mundo de mileuristas, que necesitan de mayor consumo, lo que supone "más necesidad de agua, de energía, de territorio, y eso puede hacer aumentar la conflictividad".

Piqué ha recordado que los países iberoamericanos de mayor riqueza, como México, Colombia, Perú o Chile "miran más al Pacífico que al Atlántico, y debemos reflexionar sobre ello". Ha citado otros países y zonas con potencial como Australia, Sudeste asiático o el Golfo de Guinea.

"El mundo no está en crisis, está en crisis Europa, y Europa tiene un problema de gobernanza, pues el BCE no es un banco central, ni el Parlamento Europeo funciona como un parlamento ; hay un problema de liderazgo en Europa, donde Alemania puede mandar pero no quiere liderar", ha aseverado Piqué, quien considera, no obstante, que la UE "es un club atractivo, donde todos quieren entrar y nadie realmente quiere salir",

No obstante, considera que Europa "sigue siendo un modelo de valores asociado a la democracia, la libertad y la igualdad" y considera que Europa "debe ser percibida por los demás como una unión".