El presidente regional, Ramón Luis Valcárcel, ha asegurado que la situación en materia de agua "va muy bien" tras la firma del Memorándum sobre el trasvase Tajo-Segura, porque "hemos pasado de una sentencia de muerte para el acueducto en 2015 a levantar la sentencia de muerte".

Valcárcel ha hecho estas declaraciones en un acto público que ha ofrecido para pronunciar la conferencia titulada 'Preparados para salir de la crisis' dentro del ciclo 'Escenarios políticos', organizado por el diario La Verdad y Banco Santander, al que han asistido unas 300 personalidades del ámbito empresarial, social y político de la Región.

Ha aclarado que el Memorándum "es un documento en el que se ponen de acuerdo comunidades autónomas que nunca habían estado de acuerdo", y que, además, lidera "el Gobierno de España, que es quien tenía que liderarlo porque es un asunto de su competencia".

Ha reprochado que el anterior Gobierno de España proponía que se "pelearan" las comunidades porque el asunto del agua "es un Miura muy difícil de lidiar". Ahora, "ya no se mira para otro lado" y "se coge el toro por los cuernos, se lidia adecuadamente y las comunidades, en un acto de 'españolidad', han alcanzado este acuerdo histórico que es el final de cualquier guerra del agua".

Por ejemplo, ha explicado que se ha dejado atrás también la intención de incrementar los caudales ecológicos del río Tajo a su paso por Aranjuez, Toledo y de Talavera, lo que hubiera supuesto poner "fecha de caducidad" para el trasvase, porque eso "sí que suponía la muerte súbita del acueducto"".

Ha advertido que esta "muerte súbita" se habría producido de haber prosperado "un documento que, a principios de noviembre de 2011 se había planteado y que, de haber seguido Gobernando en el Gobierno de España quien antes gobernaba, hubiera prosperado y hubiera supuesto la muerte súbita del trasvase".

Este incremento del caudal ecológico "estamos extrayendo todo el agua posible de la cabecera del Tajo, que es de donde se alimenta el trasvase, y tendría que dedicarse a satisfacer una misión o decisión política, que no medioambiental, para incrementar esos caudales".

Ha criticado que lo que planteaba el proyecto del anterior Gobierno de España "era precisamente ir reduciendo las cantidades de agua, que hoy son objeto de trasvase desde la cuenca del Tajo a la cuenca del Segura según fuera incrementándose la cantidad de agua desalada".

Pero ha lamentado que el agua desalada, según los agricultores de Murcia, "es agua "desmayá', cuya utilización termina con la agricultura y quema los árboles, porque es un elemento contaminante". Además, ha reprochado que este tipo de agua "cuesta más que la del trasvase y provoca una nula competitividad de los cultivos".