El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha lamentado que la Junta de Andalucía no haya tenido en cuenta la petición municipal para ampliar la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), lo que conllevará "una pérdida de oportunidades" para una ciudad con "clara vocación turística" como es la capital malagueña. Así, ha criticado "la excesiva rigidez" mostrada en esta materia desde el ámbito autonómico.

De la Torre se pronunciaba así después de que el pasado jueves el Consejo Andaluz de Comercio, en el que están representados todos los agentes socioeconómicos implicados en el sector, aprobara la declaración de determinados espacios de las ciudades de Málaga, Sevilla, Granada y Córdoba como Zonas de Gran Afluencia Turística a efectos de horarios comerciales, que en las cuatro capitales será de aplicación para el año 2014.

El regidor del PP ha incidido en que Málaga "es una ciudad que trabaja por la innovación tecnológica y por la cultura, pero claramente también por el ámbito turístico, y éste se apoya en este tipo de oferta comercial". Más aún, ha subrayado que la apuesta de la capital malagueña por el turismo "es muy sólida y fuerte", por lo que "debería contar con una mayor comprensión desde el ámbito de la Autonomía".

Por ello, ha echado en falta que en la definición de la ZGAT "no se haya buscado más consenso". A su juicio, la zona comprendida en esa declaración "no está a la altura de las expectativas que nosotros teníamos desde el nuevo marco legislativo creado por el Gobierno central" para garantizar la libertad horaria y de apertura.

"Es necesario apostar más claramente por el turismo comercial porque el turista también se mueve pensando que hay buenos comercios y que están abiertos el máximo tiempo", ha declarado a Europa Press el primer edil malagueño.

Ha valorado, pese a esto, que se esté dando en la ciudad un movimiento, en términos de "voluntariedad", por parte de pequeños comercios ligados a temas culturales, que se traduce en que "poco a poco van abriendo los domingos y festivos en los que hay cruceros", haciendo referencia expresa al plan 'Málaga cruise shops'. Así, ha reconocido la necesidad de crear una dinámica que permita tener "una ciudad abierta en todos los sentidos".

Postura "más proactiva" de la junta

Pero para ello, ha advertido De la Torre, es necesaria "una postura más proactiva por parte de la Junta de Andalucía". "Nosotros la tenemos, pero ellos no, son más de que el que quiera que abra", ha criticado.

De todos modos, en cuanto a las grandes superficies, ha defendido que son "un elemento motor importante", siendo "complementarias" con el pequeño comercio. "Éste último tiene un ámbito de público que no lo cubre el gran centro comercial y éste a su vez cuenta con una capacidad de llamada de atención que beneficia también al pequeño negocio", ha expuesto. Sin embargo, según ha resaltado, "esa complementariedad solo se da si están abiertos al mismo tiempo".

Aunque ha reconocido que la gran superficie puede tener ventajas de organización desde el punto de vista de los descansos y de la conciliación de la vida familiar y la laboral, también ha afirmado que "todos tenemos que hacer un cierto esfuerzo para activar la economía". Por ello, ha confiado en que se pudiera producir en algún momento "un cambio de posición en el ámbito autonómico y que en el ejercicio de las competencias de las que dispone tenga en cuenta la vocación turística de ciudades como Málaga".

Ante las críticas recibidas, el consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, ya dijo que la política comercial del Gobierno autonómico es "adecuada", dirigida a "apoyar y fomentar" el comercio de proximidad y cercanía, "la piedra angular de la estructura comercial de nuestra Comunidad".

En lo que respecta a Málaga, la declaración de ZGAT aprobada por el Consejo Andaluz de Comercio es para los períodos de Semana Santa —desde el Domingo de Ramos al Sábado Santo, ambos incluidos— y todo el mes de agosto. La zona abarca el área este de la ciudad —Paseo de Reding, Gutenberg, paseos marítimos Pablo Ruiz Picasso y Ciudad de Melilla, Paseo de la Farola y muelles 1 y 2 del puerto— y el centro —calles Carretería, Álamos, Cárcer, plaza de Jerónimo Cuervo, Ramos Marín, Gómez Pallete, plaza de la Merced, Victoria, plaza de la Victoria, Compás de la Victoria, plaza de la Alcazaba, avenida Manuel Agustín Heredia y margen derecha del río Guadalmedina hasta Carretería—.

Tras el rechazo de la propuesta municipal de ZGAT y la aprobación de la establecida por el Gobierno andaluz, el Ayuntamiento de Málaga ya presentó un recurso ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Propuesta del ayuntamiento

La propuesta del Consistorio malagueño incluía 1.200 comercios y cinco grandes superficies, que podrían beneficiarse de libertad horaria y de apertura. Así, consideraba como ZGAT la zona comprendida entre La Malagueta al este —hasta calle Gutenberg—, Armengual de la Mota y avenida de la Aurora al oeste —hasta Héroe de Sostoa—, Mármoles, Carretería y Victoria al norte y Muelle Heredia y puerto al sur.

Esta delimitación, que incluía la zona oeste de la ciudad, se basaba en que reúne los siguientes requisitos: concentración hotelera —el 38,70 por ciento de los hoteles de la capital—, existencia de cinco Bienes de Interés Cultural (BIC) y confluencia de ejes que tradicionalmente han sido un referente en la actividad comercial —calles Cuarteles, Salitre o Armengual de la Mota, así como Callejones del Perchel, entre otros—.

Además, la propuesta municipal abogaba por libertad horaria y de apertura durante todo el año y consideraba que los periodos establecidos por la Junta de Andalucía —Semana Santa y agosto— son "a todas luces insuficientes y establecidos de forma arbitraria". En este sentido, el Consistorio aludía a que la ocupación de los establecimientos hoteleros de Málaga capital supera entre abril y octubre, ambos incluidos, la media anual.

El Consejo Andaluz de Comercio es un órgano consultivo de la Junta en la materia que está integrado por representantes de la Administración autonómica, así como de las organizaciones empresariales —CAEA y CECA—, sindicatos, asociaciones de consumidores —Facua, UCE y Al-Ándalus—, Cámaras de Comercio, Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y personas de reconocida capacidad técnica.