Cáritas Diocesana de Canarias ha culpado a la "insensibilidad" de los mandatarios mundiales del fracaso para conseguir los Objetivos del Milenio por estar "rendidos" a los intereses de quienes ostentan el poder económico, y sostiene que el actual sistema "no está siendo protector ni dando respuestas a los millones de personas que sufren todo tipo de carencias".

Así ha quedado de manifiesto una asamblea general que Cáritas celebró ayer sábado en el Colegio Claret de Tamaraceite, en Gran Canaria, en la que participaron unas 500 personas entre voluntariado, curas, invitados de otras organizaciones y personal laboral.

En dicha asamblea se aprobó un comunicado en el que se afirma que "con la complacencia de Naciones Unidas se están recortando las ayudas sociales y se condena a la exclusión social a cientos de miles de personas", y critica la "incoherencia, incompetencia y deshumanización del sistema, que se materializa a través de los recortes de los derechos fundamentales de las personas".

Por ello, Cáritas "solicita, convoca y aclama" por un compromiso de los agentes sociales, especialmente aquellos que "han de representar al pueblo con dignidad y honradez para la defensa de todas las personas".

Aumento "desmedido" de la pobreza

El secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, responsable de la ponencia de las jornadas, afirmó que vivimos un "aumento desmedido de la pobreza", pero aseveró que "lo más injusto y lo más evangélicamente reprobable" es que "se está abriendo una brecha entre los que tenemos y los que no tienen".

"Podemos ser un país pobre, pero no un pobre país en donde mientras unos pasan hambre otros se operen la nariz porque no les gusta su físico", señaló Mora, para añadir que el actual sistema ha conseguido "naturalizar la pobreza". "Hoy hablar de un 20% de paro estructural es asumible, sin que nadie tenga en cuenta a qué vida y a qué realidad se condena como algo normal a 20 de cada 100 personas en este país", indicó.

Para Sebastián Mora, "este planteamiento social, basado en parámetros exclusivamente de beneficio económico, es una auténtica vergüenza y un escándalo".

En otros momentos de crisis, dijo, "el futuro era una posibilidad de progreso, pero hoy es una amenaza. Vivimos en un momento de tremenda incertidumbre; vivimos sin seguridad; lo que nos puede pasar es que nos puede pasar cualquier cosa. Eso ha hecho que los cimientos sólidos hayan desaparecido y que pisemos tierras movedizas".

Por ello, abogó por que Cáritas "visibilice la pobreza" y animó a los presentes a convertir la caridad en el centro de la Iglesia. "O los pobres están en el centro de la actividad de la Iglesia o no somos Iglesia", subrayó.

Vulnerabilidad de los menores

La secretaria general de Cáritas Diocesana de Canarias, Fátima Díaz, denunció la "vulnerabilidad de la infancia", indicando que en el primer semestre del año se han acompañado desde la institución a 12.121 familias, con 5.134 menores de edad, y advirtió de que "nos encontramos en un periodo de consolidación de la crisis".

Desde Cáritas, aseveró, se está priorizando el trabajo desde el territorio y se ha pasado de unos porcentajes similares entre las personas que eran acompañadas desde los servicios centrales y el territorio "Hoy la proporción es de 20% a 80% a favor del territorio", apuntó.

En la intervención inaugural, el obispo de la diócesis, Francisco Cases, indicó que Cáritas "no puede convertirse en un órgano para solucionar problemas". "Cuando esto suceda —añadió— se la pasaremos a un ministerio. Somos anunciadores del Evangelio y debemos transformar y transformarnos, refundarnos, como el Papa Francisco quiere reformar la Iglesia".

La asamblea aprobó, además del comunicado propuesto, el informe de la Secretaría y el balance económico, que también fue presentado.