La directora del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar), Covadonga Salgado, ha afirmado que la cuantía de las pérdidas económicas ocasionadas por las suspensiones temporales de actividad a las que obligan los episodios tóxicos "normalmente resulta insignificante o nula" para el sector mejillonero.

"Por la sencilla razón de que la mayor parte del molusco que estaba en el proceso de comercialización no se perdió ya que pudo ser devuelto vivo al mar", ha destacado, en la comisión de pesca del Parlamento gallego, ante sendas preguntas de los diputados del PSdeG y AGE José Ramón Val y Juan Manuel Fajardo, respectivamente.

Ambos han llamado la atención sobre la situación en la que se encuentran los productores transcurrido más de un mes desde que —el 9 de octubre— se decretase un cierre "masivo" de polígonos de batea por la llegada de la marea roja —presencia de toxicidad en las aguas de las rías gallegas— y a las puertas de la campaña navideña.

Val ha criticado la "improvisación más que evidente" del instituto y ha reclamado medidas a la Consellería do Mar para "evitar o minimizar las consecuencias" que se dieron entonces, cuando hubo que devolver al mar mejillón pero también berberecho y almeja extraída por los profesionales —por ejemplo en Noia, donde acaba de comenzar la cosecha—.

Por su parte, Fajardo ha reprochado a la Xunta estar "inmóvil", sin implementar actuaciones de "detección precoz" ni para "compensar las pérdidas" en un escenario de "catástrofe absoluta" para mejilloneros y mariscadores, algo de lo que ha culpabilizado a la "incompetencia" del Intecmar.

"no hubo recortes"

El parlamentario socialista y el de Alternativa han atribuido la responsabilidad de esta situación a "recortes" emprendidos en el organismo público, algo que ha negado tajante Covadonga Salgado. "No hubo recortes en el Intecmar. Ni en pagas extras ni el personal", ha aseverado.

Y es que los portavoces de la oposición, también el representante del BNG Daniel Rodas, durante el debate de una iniciativa sobre el mismo tema, han lamentado que el instituto no realice muestras durante el fin de semana. "Los últimos dos episodios coincidieron en fin de semana y fue un auténtico desastre. Lo normal sería que la responsable pidiese disculpas y luego dijese que no volverá a acontecer, pero desgraciadamente sí que volverá a suceder", ha señalado el nacionalista.

Al respecto, Salgado ha defendido que en el Intecmar "se trabaja todos los sábados y festivos siguientes a un día laborable", pero, en la réplica, ha explicado que durante estas jornadas no se realizan muestreos "de forma ordinaria", sino únicamente de manera "extraordinaria".

En este punto, ha indicado que la situación el fin de semana del 5 y 6 de octubre era "de cierto incremento" del nivel de toxinas en las rías de Pontevedra y Vigo, donde se aumentaron los muestreos y, de hecho, "se notificaron los primeros cierres". En Arousa y en Muros-Noia "no había excepcionalidad", ha resaltado.

"se actuó con diligencia"

Salgado ha tratado de reforzar su argumento al aludir a pruebas que hicieron los propios productores de estas áreas y que el sábado 5 de octubre no reflejaban la existencia de toxicidad. El día 7, sin embargo, "ya estaba presente la toxina", ha constatado. "En cuanto se tuvo notificación, el mismo día, en menos de tres horas se comunicó el resultado preliminar y se actuó con diligencia y no con improvisación", ha resaltado.

En cuanto a la relación de controles de esos días, el lunes 30 de septiembre se hicieron 54; el martes 1 de octubre, 35; el miércoles 2, 66; el jueves 3, 54; el viernes 4, 32; el lunes 7, 58 y el martes 8, 109. "Nada más y nada menos", ha enfatizado la dirigente del Intecmar.

En su primera intervención, Salgado había defendido que los cierres, "lejos" de responder a algo "improvisado", suponen "una medida razonada y responsable que garantiza salud y vela por los productores". "Lo peor que le puede pasar a estos sectores es que enferme gente por la ingesta de estos productos", ha incidido.

Sobre las ayudas, ha aludido al fondo europeo de la pesca (FEP), que condiciona dichas subvenciones a que hayan pasado cuatro meses de inactividad a causa de la marea roja o se haya perdido un 35% del volumen anual de negocio. "De cumplirse estas condiciones, serán atendidas", ha dicho, antes de constatar que, por el momento, no es así.

"Siendo cierto que las suspensiones temporales de las actividades obligadas por los episodios tóxicos inciden en el devenir de las explotaciones, la cuantía de las pérdidas, aunque en algunos casos puede llegar a ser elevada, normalmente resulta insignificante o nula, por la sencilla razón de que la mayor parte del molusco que estaba en proceso de comercialización no se perdió ya que pudo ser devuelto vivo al mar", había aseverado previamente.

Criticas a la "autocomplacencia"

A mayores, se ha referido a medidas puestas en marcha por el organismo público y la consellería, como un "esfuerzo importante" para el control "selectivo" de la ostra, la navaja y el longueirón, de modo que se garantice que es posible su extracción; la habilitación de 100 cuerdas más por vivero flotante para engorde del mejillón —evitando que el peso provoque su caída—; la subdivisión de algún polígono —como pidió el sector— y reparqueo al interior de las rías, para permitir una "más rápida desintoxicación" del molusco.

En cuanto a las alertas sanitarias generadas en Italia, por otra parte, ha aclarado que los mejillones "no llegaron a distribuirse en el mercado" sino que se detectó la toxina debido a que "el sistema es tan ágil y la información tan rápida". Pero forman parte de las 131 partidas cuya devolución al mar autorizó el Intecmar en el plazo de una semana, lo que supusieron, según sus números, unos 365.000 kilos de mejillón.

Ante estas explicaciones, la oposición ha rechazado "la autocomplacencia" de la comparecencia de Covadonga Salgado y ha exigido "explicaciones" de la titular de Mar, Rosa Quintana. Algo que, según ha avanzado el popular José Manuel Balseiro, la conselleira hará tras transmitir a la Cámara autonómica una solicitud a petición propia para comparecer de manera urgente.