El consejero de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, Emilio de Llera, ha condenado este viernes el nuevo caso de violencia de género ocurrido en la localidad sevillana de Tomares, donde un hombre ha apuñalado a su mujer y ha herido a su hija menor de edad para posteriormente arrojarse por el balcón de la vivienda, y ha apostado por ser "absolutamente implacables" con esta problemática.

En declaraciones a los periodistas tras presentar en Sevilla la 'Guía Divulgativa Procesal para Mujeres Víctimas de Violencia de Género' elaborada por la Junta, Emilio de Llera ha expresado sus mejores deseos para que tanto la mujer como su hija "mejoren y salgan" de los centros hospitalarios donde permanecen ingresadas.

Al hilo de ello, el consejero del ramo ha lamentado que "el problema" en este tipo de casos, tal y como ha ocurrido en el caso concreto de Tomares, es que "la mayoría de las veces" las mujeres "dejan de denunciar" debido al "desconocimiento de lo que se les avecina si denuncian", por lo que hay que intentar que las víctimas de violencia de género "pierdan ese miedo a denunciar".

"La denuncia es el primer mecanismo que rasga el velo que está ocultando la violencia de género, que se produce de una manera encubierta y sigilosa", por lo que "hay que rasgar de una vez ese velo, lo cual no sólo es competencia de las entidades públicas o de las autoridades, sino también de la sociedad civil, que debe ser implacable" con la violencia de género.

Y es que, a su juicio, "una sociedad que se tiene por civilizada, como la del siglo XXI española, no puede permitirse ese espectáculo diario de agresiones o asesinatos", que constituyen el ataque "más grave a los derechos fundamentales de las personas y, sobre todo, a la igualdad".

También se ha referido el consejero a los casos en los que el agresor no sólo ataca a su pareja sino también a los hijos de ambos, señalando que con este tipo de actuaciones "se mata el alma de la madre, de una mujer". "Es una cosa absolutamente bárbara, y es increíble que el ser humano pueda llegar a eso", ha aseverado De Llera.

Sistema de detección precoz

El consejero ha abogado por mantener un sistema de detección precoz de las situaciones de peligro para las mujeres, ya que, ha insistido, "en la mayoría de las ocasiones se comprueba que no han denunciado", y por establecer un plan de seguridad "potente". Se trata de "dos acciones esenciales en las que nos hemos empeñado", ha dicho.

Ha señalado que si alguien es testigo de un caso de violencia de género debe ponerlo en conocimiento de la Policía, el IAM o cualquier organismo que "pueda establecer un mecanismo de alerta", ya que "si la Policía tiene noticia de un caso de maltrato, podrá girar visitas de inspección hasta entrevistarse con ella y poder evitar que el ciclo de la violencia llegue a una situación tal en que pueda ser, incluso, asesinada".

Emilio de Llera también ha hecho un ejercicio de autocrítica al aseverar que "los poderes públicos" estaban errando "al hacer pesar toda la carga probatoria del proceso penal contra el agresor en la declaración de la víctima, a la que dejábamos sola, hallándose en una situación que puede definirse como de segunda victimización por parte del propio sistema, que debe tender a defenderla".

Por ello, ha apostado por formar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a fin de que puedan conseguir "otras fuentes de prueba incriminatorias que apoyen también la condena, de manera que no sea exclusivamente la pobre mujer la que tenga que defenderse".