Los famosos y su gusto por las creencias minoritarias

  • Aunque la religión más popular entre las celebridades es la cienciología, muchas otras han elegido el budismo, la Cábala o el culto mormón.
  • También hay famosos que han caído en las redes de alguna secta.
  • Michelle Pfeiffer acaba de desvelar que, a su llegada a Hollywood, acabó dentro de un grupo que profesaba una filosofía basada en sobrevivir sin comer ni beber.
Richard Gere, Madonna y Tom Cruise.
Richard Gere, Madonna y Tom Cruise.
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Richard Gere, Madonna y Tom Cruise.

En ocasiones, tal vez por sentirse especiales, las celebridades de Hollywood y de la industria discográfica parecen obsesionadas por demostrar lo diferentes que son respecto al resto de los mortales. Son excéntricos, tienen aficiones extrañas, buscan nombre exóticos —y en ocasiones ridículos— para sus hijos e incluso a la hora de elegir una religión parecen buscar las minoritarias, las menos conocidas o las más extravagantes.

El culto más conocido entre las estrellas del celuloide es la popular Iglesia de la Cienciología, nacida en 1952 como filosofía laica pero reconvertida luego en religión —secta en algunos países— para personas con elevadas posibilidades económicas. Entre los miembros más conocidos de la cienciología se encuentran Tom Cruise, John Travolta, Will Smith y sus respectivas exparejas, Katie Holmes, Kelly Preston y Jada Pinkett, así como la actriz Kristie Alley, quien fue compañera de Travolta en Mira quién habla.

Los seguidores de esta religión, a la que muchos acusan de tener un objetivo más comercial que espiritual, creen en el origen extraterrestre de los seres humanos y defienden una serie de prácticas que en teoría conducen al perfeccionamiento personal y la búsqueda de la felicidad.

La Congregación Cristiana de los Testigos de Jehová, que se define a sí misma como una restauración del cristianismo primitivo, cuenta entre sus fieles con algunos conocidos seguidores, como La Toya Jackson (al igual que su fallecido hermano Michael), las tenistas Venus y Serena Williams y Prince, quien se ha negado a someterse a varias operaciones de cadera debido a que requerían una transfusión de sangre, práctica prohibida por su religión.

Madonna, quien ya ha practicado varias religiones y que parece que ahora se está acercando al Opus Dei, es conocida por ser una gran seguidora de la Cábala, una tradición judía que busca el significado del mundo y la verdad mediante la interpretación mística y alegórica de la Torá, los cinco primeros libros de la Biblia cristiana, conocidos también como Pentateuco. Entre los famosos que han declarado su interés por la Cábala se encuentran Demi Moore y Ashton Kutcher, Victoria Beckham y Paulina Rubio.

El mormonismo o Movimiento de los Santos de los Últimos Días, pese a tener una gran aceptación en Estados Unidos, no cuenta con grandes representantes dentro del mundo del entretenimiento. Destacan dos nombres, el del maestro de la animación Don Bluth (En busca del valle encantado, Anastasia, Titán A.E.) y el de Brandon Flowers, vocalista de The Killers,quien en 2011 realizó un vídeo para la campaña I'm a Mormon (Soy mormón).

A medio camino entre religión y doctrina filosófica, el budismo también ha atraído a un gran número de celebridades. El budista más famoso de Hollywood es Richard Gere, activo defensor de los derechos humanos en el Tíbet, pero no es el único. También buscan la paz espiritual a través de este culto no teísta las cantantes Tina Turner y Alanis Morissette, el golfista Tiger Woods, el actor Orlando Bloom y su exmujer, la modelo Miranda Kerr.

Keanu Reeves, a pesar de haberse declarado como una persona no religiosa, también ha manifestado sentir un gran interés por el budismo. En España, Penélope Cruz ha dicho en varias ocasiones que la religión con lo que se siente más identificada es con el budismo, "como filosofía que parece más respetuosa con todos".

Sin embargo, no es siempre el aire elitista o exclusivo lo que lleva a los famosos a caer en la práctica de ciertos cultos. Michelle Pfeiffer acaba de desvelar que su llegada a Hollywood con tan solo 20 años no fue lo que ella esperaba y que la soledad la llevó a confiar en personas poco apropiadas. En aquellos primeros años, la actriz conoció a una pareja que pensaba que eran entrenadores personales pero que al final resultaron ser miembros de una secta que creía en el respiracionismo, una filosofía que consiste en aprender a sobrevivir sin comer ni beber.

Se reunían periódicamente e incluso tenía que pagar por los servicios que ofrecían durante el culto, lo que "la drenaba económicamente". Gracias a que comenzó a rodar una película sobre una secta, Pfeiffer se dio cuenta de que ella formaba parte de una.

Menos opción tuvo aún River Phoenix a la hora de formar parte de la secta de los Niños de Dios, ya que tan sólo tenía tres años cuando su familia se adhirió a este culto de profecías apocalípticas. Los padres de River abandonaron este círculo religioso pocos años después decepcionados por la falta de apoyo financiero y escandalizados por las prácticas sexuales incluidas en los ritos, donde se incitaba incluso a la pederastia.

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