La jequesa Moza de Catar mantiene un alto perfil público pese a la reciente abdicación de su esposo, el jeque Hamad bin Jalifa al Zani, y acapara la atención mediática, eclipsando a las cónyuges del nuevo monarca.

Lejos de haber desaparecido de los focos, Bint Naser sigue siendo la mujer más conocida en su país por su interés en fomentar la educación y los asuntos sociales, así como por su elegancia vistiendo y su porte cada vez que asiste a un acto público.

La jequesa se dejó ver recientemente en la Cumbre Mundial para la Innovación de la Educación (WISE), una iniciativa que ella misma patrocina y que ha reunido a más de mil expertos internacionales en la capital catarí. Mientras que en sus viajes al extranjero suele llevar su característico turbante, en Catar se decanta por el tradicional velo y la "abaya" o túnica negra que llega hasta los pies.

"La jequesa es la mejor mujer del mundo, es guapa y tiene mucho estilo", exclamaba con entusiasmo Amina el Emadi, presidenta del Centro de Cultura Árabe en el emirato, al tiempo que muestra orgullosa la pantalla de su teléfono móvil. En la pantalla aparece la jequesa fotografiada junto con el anterior emir, quien (a sus 61 años) abdicó el pasado 25 de junio en su hijo, Tamim bin Hamad al Zani.

Prueba de esa transición es el hecho de que el retrato del nuevo emir, de 33 años, acompañe actualmente al de su padre en los organismos oficiales y demás edificios.

El rico emirato petrolero de Catar sigue su curso sin sobresaltos tras la abdicación hace tres meses del monarca y Bint Naser (la segunda de las tres esposas que tiene) continúa acaparando el interés de los medios de comunicación locales e internacionales.

En esa nueva etapa, todavía no está claro el rol que tendrán las dos mujeres del nuevo monarca, según aseguraron fuentes de la oficina del emir, que prefirieron guardar el anonimato. El jeque Tamim se casó en 2005 con su pariente lejana Yauaher al Zani, con quien tuvo cuatro hijos, y cuatro años más tarde contrajo matrimonio con la jequesa Anud al Hajri, hija de un diplomático de una influyente familia y con quien ha tenido otros dos hijos.

Pocos son los datos que se conocen sobre la vida privada de las dos cónyuges. La jequesa Anud apenas aparece en público y, cuando Yauaher asiste a algún tipo de acto social, lo hace de manera discreta, con sus habituales túnicas y pañuelos negros.

La última vez que los cataríes pudieron ver a esta última acompañando a Bint Naser fue en la pasada Fiesta del Sacrificio, importante festividad musulmana que se celebró a mediados de octubre, recuerdan las fuentes de la oficina del emir.

Hesa Abdala, que trabaja en el Consejo Supremo de Educación del país, señaló que la representación femenina de la Casa Real varía en función de los actos y que la jequesa Moza intenta rodearse siempre que puede de alguna figura de su familia. Eso ocurrió en la reciente inauguración de la cumbre educativa, cuando, a unos metros de Bint Naser, se sentó su primera hija y hermana del nuevo emir, la jequesa Mayasa bin Hamad al Zani.

Pese a su juventud (30 años), la jequesa Mayasa parece llamada a seguir la estela de su madre, más aún después de haber sido designada la persona más poderosa en el mundo del arte por la publicación Art Review.

Mayasa bin Hamad preside la Autoridad de Museos de Catar (AMC) y, como dejó claro Art Review en su lista, "en lo que respecta puramente al poder adquisitivo, la AMC está muy por delante de la competencia".

Pese a todo, a la jequesa Moza no le falta actividad para demostrar que, hoy por hoy, sigue "reinando" en Catar: En apenas un mes, presidirá la Cumbre Mundial para la Innovación en Sanidad, en la que se esperan ilustres invitados como la premio nobel de la paz la dirigente birmana, Aung San Su Kyi o el alcalde de Londres, Boris Johnson.