La Institución Fernando el Católico (IFC) y la Real Academia de la Historia (RAH) han coeditado la publicación 'El altar-relicario del Monasterio de Piedra' que dará a conocer a la sociedad "una de las joyas mudéjares del arte español y del gótico europeo".

El vicepresidente de la IFC y diputado delegado de Cultura de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), José Manuel Larqué, el director de la IFC, Carlos Forcadell, el conservador de la RAH y coordinador de la edición del libro, Martín Almagro, y el autor del estudio Herbert González Zymla, han presentado en rueda de prensa en la capital aragonesa este volumen de más de 600 páginas y un centenar de ilustraciones.

Martín Almagro ha relatado como a su llegada a RAH como anticuario "me encontré grandes obras que no disponían de una monografía a su altura", entre ellas una de las piezas "más significativas del gótico europeo", este altar-relicario que aúna "toda la tradición islámica del mudejarismo con el mundo de la tradición cristiana".

Es un conjunto "impresionante" que ahora "queremos que llegue al público porque muchas veces no conocemos nuestros tesoros", ha advertido, al indicar que la monografía es el resultado de diez años de trabajos "intensos" del profesor González Zymla, quien ha desarrollado una labor "muy meritoria", ha subrayado Almagro.

El conservador de la RAH ha detallado que este libro es la primera parte de tres monografías que se completarán con un volumen dedicado a la documentación sobre el Monasterio de Piedra y una tercera obra centrada en la historia general del cenobio, que llevará a cabo el mismo autor.

Herbert González Zymla ha explicado que esta investigación formó parte de su tesis doctoral en la Universidad Complutense, si bien "me formé como investigador en el gabinete de antigüedades de la Academia".

El libro que presenta se compone de tres partes. En una primera aborda la historia de la reliquia "más importante" del Monasterio de Piedra y su historia; en segundo lugar realiza "un estudio inconográfico" sobre los temas y peculiaridades de cada uno de ellos, con imágenes que representan de forma "espectacular" la vida de Jesucristo, los apóstoles y unos ángeles músicos que "dicen cómo era la música en el siglo XIV".

Firma encriptada

La tercera parte del texto se dedica a "las manos que trabajaron en el relicario", se centra en la autoría de la obra y en la "importancia del equilibrio entre los valores del mundo mudéjar musulmán y judío con la iconografía cristiana".

González Zymla ha remarcado que en su investigación de la pieza "hemos encontrado la firma encriptada de uno de los hermanos Leví" y haberla encontrado e interpretado "es una de mis grandes aportaciones" en esta monografía.

Los hermanos Leví eran pintores de origen judío que trabajaban en Tarazona a las órdenes de los obispos y que encriptaban sus firmas en sus obras. Al estudiar los ángeles músicos, González Zymla observó que en la parte inferior de uno de ellos figuraba la firma encriptada.

"Fue un hallazgo bastante emocionante cuando me di cuenta de que todos los ángeles músicos eran casi idénticos en su indumentaria, salvo uno", en el que se podía ver "una caja de inscripción" similar a otra aparecida en una pieza de la Catedral de Tarazona y que también esconde la firma de estos hermanos.

"no conocida"

El director de la IFC, Carlos Forcadell, ha manifestado que la importancia de esta obra radica en que la pieza "no es suficientemente conocida por la opinión pública aragonesa", a pesar de que el altar-relicario "es una de las joyas mudéjares y góticas del arte español".

Forcadell ha recordado que la pieza se encuentra en la sede de la RAH, entidad que "contribuyó a salvarla de su desaparición" y aunque "en algún momento se planteó su regreso, no tiene sentido" sino que lo mejor "es hacerla más accesible al público", como se conseguirá con este libro.

Por último, el diputado José Manuel Larqué ha coincidido en resaltar que el altar-relicario es una pieza "extraordinaria" que carecía de una monografía "acorde a su naturaleza" y ha agradecido su labor a la Institución Fernando el Católico y la Real Academia de la Historia que han permitido editar este libro.