El abogado de Jonathan Moya, el imputado por el secuestro y muerte de la niña onubense de 16 meses Míriam en Fiñana (Almería), ha asegurado que los informes biológicos sobre las muestras recogidas en el lugar donde apareció el cadáver no acreditan "en absoluto" que no participase "al menos una tercera persona" en los hechos y ha hecho referencia a que tras tres informes, dos pelos encontrados en la ropa que vestía la bebé "siguen siendo de procedencia desconocida".

El letrado José Ramón Cantalejo, quien ha mantenido "la absoluta inocencia" de su patrocinado, ha considerado que de lo actuado hasta el momento en la causa "no puede descartarse esa tercera persona" y ha señalado que "aún queda mucha instrucción" ante las "contradicciones" que todavía existen en la investigación sobre lo que sucedió entre los días 19 y 28 de diciembre de 2012.

Cantalejo ha hecho alusión, en concreto, a que el último informe remitido al juez por el Instituto Nacional de Toxicología con sede en Sevilla y fechado el 17 de julio. En este, consultado por Europa Press, se afirma que "los alelos extras de procedencia desconocida que fueron detectados en las perneras de los leotardos de la menor Míriam no coinciden con las características genéticas que definen a C.M.J. —tía de Jonathan Moya— y a Gema Cuerda", madre de la niña. "Puede descartarse la presencia de su ADN en dicha muestra".

Cabe destacar que un informe previo del mismo servicio de biología recogía que las secuencias de ADN detectadas en los pelos "coincidían entre si y era diferentes a las correspondientes secuencias" que definen a Moya González, y a su amigo Raúl R.F., imputado por encubrimiento. "Puede afirmarse, por tanto, que proceden de otra persona", ahondaba si bien matizaba que no podía "descartarse que los dos pelos procediesen de la niña".

A raíz de este informe, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Almería, Jesús Miguel Hernández, ordenó en abril, y haciéndolo coincidir con las declaraciones de Gema Cuerda y C.M.J. en calidad de perjudicada e imputada respectivamente, la toma de muestras bucales para cotejarlos con el ADN de procedencia desconocida. Estos cotejos, según informe de 24 de julio, han resultado negativos.

Cantalejo ha hecho referencia, asimismo, al informe derivado del análisis por parte de la Policía Judicial del contenido de los teléfonos móviles intervenidos a Jonathan Moya y ha señalado que revelan un "vacío temporal" sobre lo que "hizo la madre de la niña desde que según dice le fue arrebatada y la hora en la que ella denunció. ¿Dónde estuvo y que hizo?", se ha preguntado.

En concreto, alude a la Guardia Civil ve "importante" destacar que, según los 'wasap' intercambiados entre Raúl R.F. y Jonathan Moya, este le dijo a las 10,49 horas del día 20 que "lo había tenido que hacer solo y que tenía a peke", "hora no coincide —subraya el informe— con la expuesta por la Gema Cuerda como la hora en la que Jonathan la deja abandonada en un paraje aislado, emprendiendo la huida en su vehículo y llevándose con él a la pequeña".

Según informó Gema Cuerda en la denuncia, la "hora a la que se producen los hechos es en torno a las 12 horas del día, siendo trasladada posteriormente por unas viandantes, según manifestación verbal de estos, sobre las 15,30 o las 16,00 horas, a la estación de servicio de la Venta del Pino, en donde Gema llamó desde una cabina a su familia y pidió ayuda a la Guardia Civil, siendo trasladada hasta dependencias de Gérgal".